El PRD y Morena siguen rutas distintas contra la privatización de Pemex
Aunque el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se oponen a iniciativas que planteen privatizar los recursos energéticos o la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex), tienen planteamientos y estrategias diferentes en la materia.
El PRD, principal partido de la izquierda, anunció este domingo que la propuesta de reforma energética que impulsará en el Congreso plantea dar mayor autonomía financiera a Pemex, combatir la corrupción en la institución y disminuir los salarios de sus altos funcionarios.
Morena, fundado por el excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador —quien dejó el PRD en septiembre—, informó este lunes que sus planteamientos consisten en que Pemex cancele sus contratos con empresas que le cobren con "sobreprecio", busque más yacimientos petrolíferos y construya cinco refinerías. Difundirá esas ideas a través de manifestaciones públicas pacíficas y de "brigadas" de simpatizantes.
Los perredistas presentaron su propuesta un día antes del 75 aniversario de la expropiación petrolera, en un acto encabezado por el dirigente del partido, Jesús Zambrano, y el excandidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Fundador del PRD e hijo de Lázaro Cárdenas —el presidente que expropió el petróleo en 1938—, Cárdenas Solórzano dijo el domingo que los planteamientos del presidente Enrique Peña Nieto son "lugares comunes", por lo que requieren "cambios importantes" para que el sector se convierta en un detonante del crecimiento económico.
Morena, que busca convertirse en partido político, asegura que Peña Nieto, militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pretende privatizar Pemex y que para ello se valdrá del Pacto por México, el convenio que en diciembre firmaron el PRI, el PRD y el Partido Acción Nacional (PAN).
López Obrador, presidente del consejo de Morena, dijo este lunes en un mitin en Tabasco que antes de que Peña Nieto presente su iniciativa de reforma al Congreso, el movimiento diseñará una estrategia para impedir su aprobación.
"Vamos a defender el petróleo, a ver qué va a suceder, no va a ser fácil, porque no vamos a permitir que se roben las utilidades, las ganancias del petróleo, que son del pueblo de México", señaló.
Peña Nieto ha señalado que propondrá reformas legales para reorganizar Pemex y aumentar su productividad permitiéndole recibir inversión privada y colaborar con empresas particulares, aunque ha insistido en que la paraestatal no se privatizará.
A finales de enero, el priista llamó a superar los "dogmas" que, en su opinión, han frenado el debate sobre la participación de la iniciativa privada en Pemex.
"¿Por qué seguir anclados a los dogmas, a este debate anacrónico, obsoleto, cuando otros países como Brasil, como Colombia, como Cuba, han hecho reformas, precisamente, para volverse más productivos? Ese es el sentido, esa es la orientación y ese es el fin que busca la reforma energética", dijo el mandatario entonces.
Estrategias diferentes
Cuestionados al respecto, líderes de ambas fuerzas de la izquierda reconocieron que no tienen una estrategia compartida en materia energética, aunque no rechazaron que puedan aliarse posteriormente.
"Nosotros tenemos una propuesta y vamos a luchar por esa propuesta. (…) Respetamos el posicionamiento que tenga cada fuerza política, cada fuerza política está en su derecho de hacer su propio posicionamiento", dijo este lunes a periodistas el dirigente de Morena, Martí Batres.
Militante del PRD hasta finales de 2012, Batres informó que desde este mes Morena realizará manifestaciones contra una eventual privatización de Pemex y en julio convocará un mitin en el Zócalo capitalino.
El PRD, en tanto, impulsará sus planteamientos en el Congreso, exige que los posibles cambios en Pemex sean sometidos a una consulta pública y llama a otras fuerzas a formar un frente común.
"Presentamos una convocatoria para integrar el frente nacional por la defensa de Pemex y de la economía nacional. Hacemos un llamado respetuoso al PT (Partido del Trabajo), a Movimiento Ciudadano, a Morena y a todos los movimientos sociales a que integremos este frente", dijo en entrevista el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho.
La polémica del Pacto por México
Pese a que sus líderes no descartan unirse contra la posible privatización de Pemex, simpatizantes del PRD y de Morena consideran que esa opción se ve obstaculizada por la relación del PRD con el Pacto por México, al que Morena se opone.
"La bandera es común pero la sinceridad quién sabe, es decir, ellos están sentados con Peña Nieto en el Pacto por México, están impulsando una serie de reformas constitucionales de dudosas transformaciones", dijo en entrevista el diputado Gerardo Villanueva, experredista al igual que Martí Batres.
Desde diciembre, el PRD ha defendido su entrada al Pacto por México argumentando que retoma cerca del 80% de los temas de su plataforma política y que permitirá a México concretar reformas pendientes desde hace años.
Los perredistas también afirman que haber suscrito el Pacto por México implica que dialogarán con el PRI y el PAN para impulsar reformas por consenso, no que apoyarán incondicionalmente las iniciativas que presenten esas fuerzas políticas.
"Los acuerdos contenidos en el Pacto por México son banderas del PRD porque somos la voz de la mayoría de la sociedad mexicana", señaló el partido este lunes en un comunicado.
En 2008, durante el gobierno del panista Felipe Calderón (2006-2012), la izquierda también se dividió ante la reforma energética propuesta por el presidente.
El PRD en el Congreso presentó sus propias iniciativas, en tanto políticos afines a López Obrador —como el diputado Ricardo Monreal o la exfuncionaria Claudia Sheinbaum— organizaron el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, que durante varias semanas convocó protestas contra la privatización de Pemex.
La reforma quedó aprobada con cambios respecto del documento presentado por Calderón. Entre otros puntos, se estableció que Pemex cuente con consejeros independientes y pueda firmar contratos con particulares, sin que estos impliquen ceder la propiedad de los hidrocarburos.