Peña recibe a Lula da Silva para impulsar la Cruzada contra el Hambre
El protagonista de lo que el gobierno federal llamó el mes de la Cruzada Nacional contra el Hambre será el expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, quien vendrá a apoyar el programa social más importante de la gestión de Enrique Peña Nieto.
Lula da Silva y el presidente mexicano realizarán este viernes una gira por el municipio Zinacantán, en Chiapas, para echar a andar las acciones de la Cruzada Nacional contra el Hambre en esa región del sureste, una de las más pobres del país.
La visita del exmandatario brasileño fue anunciada el 2 de abril por la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, quien dijo que el expresidente compartiría con México “el éxito” del programa social Cero Hambre que se implementó en Brasil durante su mandato y que permitió sacar de la pobreza a 14 millones de brasileños.
Según Rosario Robles, secretaria de Desarrollo Social, la visita de Lula da Silva a México permitirá que el expresidente “aconseje y haga una reflexión sobre la Cruzada Nacional contra el Hambre” desde su experiencia combatiendo ese problema.
La Cruzada está dirigida en una primera etapa a 7 millones 400,000 mexicanos y a los 400 municipios del país con los niveles más altos de marginación y pobreza extrema.
Con el programa se espera “erradicar la pobreza alimentaria” para el segundo semestre de 2018, es decir, cuando termine el sexenio de Peña Nieto.
El presidente del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Martí Batres, envió el pasado martes una carta al expresidente brasileño para darle la bienvenida a México y decirle que no permitirá “que el gobierno de Enrique Peña Nieto engañe a nuestra nación y a destacas personalidades de América Latina haciéndoles creer que se aplican aquí políticas sociales avanzadas cuando en realidad lo que se hace es profundizar el sufrimiento, la pobreza y el hambre de los mexicano s”.
Batres dijo a Lula da Silva en esta carta que la Cruzada excluye a los municipios más pobres del país y “promueve a las grandes industrias trasnacionales”.
La Cruzada Nacional contra el Hambre ha sido criticada por tener convenios con empresas como Nestlé o Pepsico, firmas que también participaron con Hambre Cero en Brasil.
En entrevista con CNN en Español, Robles dijo el 11 de abril que la participación de las empresas transnacionales es importante para alcanzar los objetivos de nutrición planteados en el programa social.
La experiencia brasileña
El tema de acabar con el hambre fue uno de los pilares del primer mandato de Lula da Silva en Brasil (2003-2006), por lo que lanzó el programa Hambre Cero (Fome Zero).
El plan de Lula estableció desde 2003 la participación de todos los niveles de gobierno y todos los ministerios en un programa compuesto por diversos tipos de apoyos, pero cuya base era el Bolsa Familia, que consiste en una transferencia de ingresos —unos 30 dólares mensuales—, a las familias pobres siempre y cuando los menores asistan a la escuela y a consultas médicas.
En ello se basó la principal crítica al programa, pues se dijo que era un táctica asistencialista que solo entregaba dinero y no resolvía de fondo el problema, pero Lula lo defendió diciendo que esta era solo una parte de la estrategia para acabar con el hambre y lograr que las familias de Brasil mejoraran su estilo de vida.
Hambre Cero también incluye el Programa Nacional de Alimentación Escolar que garantiza que niños de preescolar y enseñanza básica en escuelas públicas tengan buena alimentación, el Programa Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar que entrega créditos a pequeños agricultores, el Programa de Adquisición de Alimentos que promueve la compra de alimentos a pequeños productores, o el Programa de construcción de Cisternas, para recolectar agua de lluvia en las zonas áridas del país.
En 2006, la entrega de apoyos con Bolsa Familia había pasado de 1,112 millones de dólares anuales a 4,162 millones, para beneficiar a 11.1 millones de familias, es decir, el 25% de la población del país.
Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), tras el fin del primer mandato de Lula en Brasil, 14 millones de personas habían salido de la pobreza y cuatro millones se habían incorporado a la clase media.
Cuando empezó Hambre Cero en 2003, el 28.17% de los brasileños eran catalogados como pobres y en 2006 ese porcentaje había descendido diez puntos, según cifras oficiales.
Actualmente, el Banco Mundial indica que el 21.4% de los brasileños viven en pobreza.
En abril, llamado el mes de la Cruzada Nacional contra el Hambre, además de la visita de Luiz Inácio Lula da Silva, Sedesol organizará un concierto para 10,000 personas en el Auditorio Nacional que contará con la participación de grupos musicales como Ely Guerra, DLD o La Gusana Ciega.
La visita de Lula y el arranque de la convocatoria para ese concierto coincidieron con una denuncia del Partido Acción Nacional (PAN) que acusó al gobierno federal, en particular a Sedesol y a Robles, de usar recursos de programas sociales federales con fines electorales en el estado de Veracruz.
El PAN pidió el miércoles a Peña Nieto la destitución de Robles y anunció que solicitaría un juicio político contra la secretaria, ante lo que el gobierno federal no ha hecho comentarios aunque s iete funcionarios de Sedesol ya fueron removidos del cargo tras la denuncia.