Deficiente atención de autoridades en desapariciones ‘activa’ a familiares
La respuesta de las autoridades de la Ciudad de México ante la desaparición de 12 jóvenes en un bar es similar a la mostrada por autoridades de otros estados frente a este tipo de delitos: reaccionan tarde, criminalizan a las víctimas, niegan el hecho y finalmente lo explican como un caso aislado, de acuerdo con especialistas consultados por CNNMéxico.
“Las primeras horas (después de la desaparición) son críticas. Entre 48 y 72 horas”, dice Pilar Tavera Gómez directora ejecutiva de Propuesta Cívica, organización que elaboró su propia base de datos de personas desaparecidas entre 2006 y 2012. La base documenta 20,851 casos .
Un protocolo correcto de búsqueda indica que la demanda de un familiar se debe tomar con seriedad, pero en México no se aplica este protocolo, asegura Tavera.
“Ese es el gran problema que siempre reportan los familiares; en el momento de la denuncia reciben el primer portazo, les dicen ‘se tiene que esperar 72 horas’, a pesar de que denuncian circunstancias que no son propias de un extravío de personas”, dice Tavera.
Los familiares de los 12 desaparecidos en el bar Heaven acudieron a poner denuncias ante el Centro de Atención a Personas Extraviadas o Desaparecidas (CAPEA) pocas horas después de que perdieron contacto con sus seres queridos, el domingo 26 de mayo por la mañana.
CNNMéxico solicitó a CAPEA información sobre el protocolo que emplea para investigar las desapariciones en las que se sospecha que hay uso de violencia, pero no obtuvo respuesta.
Al no tener noticias sobre su paradero, los familiares se organizaron para cerrar avenidas de la Ciudad de México el miércoles 28 de mayo, lo que llamó la atención de los medios de comunicación y de las autoridades.
Algunos medios de comunicación publicaron información con base en filtraciones de las autoridades, en el sentido de que uno de los desaparecidos, Jerzy Ortiz, de 16 años, era hijo de un hombre que purga una condena en prisión, y sugirieron que la desaparición era un venganza contra el padre.
“La criminalización de los jóvenes es una constante”, dice Roberto Villanueva, encargado de la Plataforma de Documentación del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD). La plataforma tiene documentadas 500 desapariciones entre 2005 y 2013.
“La mayor población afectada son jóvenes entre 18 y 30 años”, añade Villanueva.
Otra de las constantes de las autoridades al abordar las desapariciones es “ tratar de negar que en su jurisdicción existen este tipo de sucesos (desapariciones)”, dice Villanueva.
La Procuraduría General de Justicia de Distrito Federal (PGJDF) insistió al inicio de la investigación en que no tenía pruebas ni testigos para confirmar que los jóvenes hubieran estado en el bar, ni que un grupo de hombres armados se los hubiera llevado en varios vehículos, como aseguraban los familiares.
Videos de seguridad y privados confirmaron más tarde que los jóvenes sí acudieron al bar Heaven, en la Zona Rosa, y que al menos 17 personas se llevaron a por lo menos ocho de los jóvenes en el mismo número de vehículos, informó el propio procurador local, Rodolfo Ríos Garza el viernes pasado.
El caso de los desaparecidos en la Ciudad de México “comparte características con las otras desapariciones en el sentido de que las autoridades primero lo niegan, dicen que probablemente no ocurrió, y segundo, lo explican como un caso aislado”, coincide Tavera.
La más reciente versión de las autoridades es que los hombres que se llevaron a los jóvenes forman parte de una "pandilla" .
Lo positivo: las familias
Leticia Ponce Ramos es madre de Jerzy Ortiz; Itzi Sánchez es hermana de Said Sánchez, de 19 años; y Abraham Fernández es tío de Monserrath Loza Fernández, de 28 años, madre dos niños de siete y nueve años.
Los tres jóvenes están entre los desaparecidos en el bar Heaven. Sus familiares coincidieron en entrevistas telefónicas realizadas por separado con CNNMéxico que esperan resultados “concretos” de la investigación.
“Lo único que esperamos es que ya nos den avances, que ya sea algo totalmente positivo para todas las familias”, dijo Fernández, cuya sobrina desaparecida trabaja en una lavandería.
Ponce Ramos espera que les digan “algo más concreto” de su hijo, Jerzy.
Las familias formaron un bloque para exigir respuesta a las autoridades. En consecuencia, el procurador local se ha reunido con ellas un par de veces a la semana para informarles los avances de la investigación. La próxima reunión será este miércoles por la tarde.
Para Tavera, la mayor diferencia en el caso los desaparecidos en el bar Heaven ha sido precisamente la reacción de las familias.
“Lo que es poco común fue la rápida movilización de los familiares", dice. Aunque la mayoría de las familias no se conocían entre ellas antes del incidente, “tuvieron la capacidad de organizarse”, añade.
En su opinión, “lo único positivo (en estos casos) es el activismo de los familiares para encontrar a sus desaparecidos”.
Las familias de los desaparecidos, dice Tavera, desarrollan “incertidumbre”, “culpabilidad” y “desesperación”. Eso las lleva a realizar investigaciones por su cuenta, porque mientras que para las autoridades la desaparición es un caso más, para ellos, los familiares, “es el caso de su vida”.