'Candados' de la reforma electoral aumentan el abstencionismo en México
Las restricciones en el acceso a medios que impuso a los partidos la reforma electoral del 2007, aunado a la falta de propuestas de los candidatos y desconfianza de los ciudadanos en las instituciones electorales son factores que han incrementado el abstencionismo en México, coincidieron analistas.
En la elección de este 7 de julio, Quintana Roo registró un abstencionismo de 68%, esto es 15% mayor que en la pasada elección local de 2008 cuando 53% de los ciudadanos no acudieron a votar.
En Chihuahua hubo un abstencionismo de 64%, dos puntos mayor que el de la última elección de ayuntamientos y legisladores locales, que en 2007 fue de 62.5%.
También en Baja California la elección de gobernador tuvo una participación de solo 40% de los electores. En Hidalgo el abstencionismo pasó de 52.4% en la elección de legisladores locales en 2010 a 60% este año, que se renovó el Congreso.
Con la reforma electoral los candidatos solo pueden disponer de los tiempos del estado para transmitir sus promocionales y no está permitido que compren tiempos.
Esto "acartonó" el sistema electoral, pues cambió la forma en que los partidos políticos realizan la competencia electoral y limitó el debate entre los ciudadanos, explica Gustavo López Montiel, académico del Tecnológico de Monterrey.
"No hay debate en el contexto de la campaña, porque para poner un anuncio en la televisión o radio pasan hasta seis días, lo que quita rapidez. En el contexto que teníamos antes (de la reforma de 2007) se podía contestar un ataque de un día para otro", dice López Montiel.
Una nueva reforma electoral debería revisar la restricción a tiempos en medios, pero también el modelo de financiamiento.
Además de la imposibilidad de tener más tiempo en medios, el financiamiento a los partidos (que depende en un 70% en el número de votos obtenidos en la elección inmediata anterior), "ahora lo que hacen los partidos es mover grupos”, comenta López Montiel.
En algunos estados, son los partidos los que movilizan a la gente para que acuda a votar, en otros por el contrario, éstos inhiben el voto “porque tienen ventajas preestablecidas, en la medida en que la gente no vota ellos tienen la posibilidad de controlar de mejor manera la elección”.
Este domingo, durante la jornada electoral en Baja California, el presidente del PRI, César Camacho, acusó que presuntos operadores del PAN buscaban inhibir el voto en algunas casillas i ntimidando a los electores en ese estado .
“La desesperación y la franca ilegalidad en la que los militantes y dirigentes del Partido Acción Nacional y sus aliados, están pretendiendo desplegar ante la incapacidad de persuadir votantes por la vía de la campaña”, dijo Camacho en conferencia de prensa en Baja California.
En tanto que el PRD – aliado del PAN en la elección – acusó a varios gobernadores del PRI de incidir en el proceso.
En Veracruz, la presidenta del Instituto Electoral Veracruzano (IEV), Carolina Viveros, dijo que los partidos políticos eran los responsables de que 60% de los ciudadanos no acudieran a votar para elegir alcaldes y diputados locales.
"Tenemos que ver qué propuestas hicieron señores, el órgano electoral organiza elecciones", dijo tras una sesión del Consejo Electoral.
Para contrarrestar la baja participación, algunos países de Europa y América Latina han optado por sancionar económicamente a quienes no ejercen su derecho. En Australia, las multas ha logrado que el abstencionismo no supere el 5%.
Si el abstencionismo en México se castigara como se hace en países como Australia, el 60% de los ciudadanos de cinco estados que este domingo tuvieron elecciones pagarían una multa de 20 dólares.
Esto se traduciría en que 8 millones 669,516 electores que no se presentaron pagarían 173 millones 390,320 millones de dólares en sanciones.
En Luxemburgo, la abstención injustificada se sanciona con una multa de 100 euros, que puede llegar hasta los 1,000 si hay reincidencia. En Bélgica las sanciones son de entre 25 a 30 euros, según su legislación electoral, pero esto ha mantenido el abstencionismo por debajo del 10%.
Tratar de incentivar el voto con sanciones solo funcionaría en México si éstas se hacen efectivas, comenta López Montiel.
La desconfianza obstaculiza la participación
Esta sensación de que todo esta “arreglado” desalienta a los votantes, comenta Jaime Cárdenas, ex consejero electoral del IFE. El aparato electoral existente no invita a participar, porque los ciudadanos no confían en él”.
Esto se suma que los electores se entusiasman menos cuando las elecciones en sus localidades no son concurrentes con las federales.
“Cuando no coincide con las elecciones federales hay menos participación. Los ciudadanos sienten que ya esta todo decidido o controlado, su voto no será la diferencia. Desconfían de los órganos electorales locales, pero confían más en el IFE”.
Por ello la solución es hacer elecciones en las que los ciudadanos confíen y no poner multas o sanciones, pues sería forzar al votante, explica Cárdenas.
Modernizar los sistemas electorales a través del voto electrónico ayudaría a que no hubiera esta movilización y aumentara la participación. “Aunque los partidos se niegan a hacerlo porque así no pueden controlar quién vota, por eso no lo hacen”, dice López Montiel.
Pero esta modernización no debe basarse en la reforma electoral que busca el PAN, que plantea crear un Instituto Nacional de Elecciones , que organice todos los comicios federales y locales en México, este sustituiría al IFE y concentraría a los 32 institutos electorales locales.
Lo fundamental es cambiar la forma en cómo se realiza la competencia.
"El modelo de votación que tenemos es lo más que puede generar en términos de competencia, habría que modificar la forma de la competencia cuando la competencia no estaba tan controlada, hace unos seis o siete años el revuelo por la elección era mayor, aunque también la confrontación", dice el académico del Tec de Monterrey.