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'El Z-40', un ejemplo de la falta de escrúpulos de 'Los Zetas'

El grupo criminal surgió como un brazo armado del cártel del Golfo, pero tras su división inició una ola de violencia y prácticas brutales
mié 17 julio 2013 08:41 AM

Los Zetas transformaron el mundo del narcotráfico en México con su brutalidad y un nivel de salvajismo sin precedentes que puede significar el fin del grupo.

"Este es probablemente el principio del fin de de Los Zetas como una organización", dice Alejandro Hope, exfuncionario de inteligencia del gobierno mexicano y director de Seguridad en el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), un centro de investigación independiente sin fines de lucro. 

El líder del grupo,  detenido esta semana durante un operativo  de la Marina en el sur de Nuevo Laredo, es un ejemplo de sus prácticas violentas.  Miguel Ángel Treviño Morales , conocido como El Z-40, tenía la reputación de castigar a sus enemigos con "guisos", un término que refiere a quemar viva a una persona.

Con los zetas no es una cuestión de matar o torturar. Se trata de decir algo. Y eso resuena de manera tan efectiva que miembros de otros cárteles se hacen pasar por zetas solo para causar miedo.

"Los Zetas son una marca poderosa", explica Hope. "Son identificados con la violencia extrema. Son identificados con una completa ausencia de escrúpulos", agrega el analista. 

Aunque son conocidos por la violencia, especialmente después de su presunta participación en  la masacre de 72 migrantes  que se rehusaron a traficar drogas en 2010, dos incidentes atrajeron la atención de las autoridades mexicanas y estadounidenses, según Hope.

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En febrero de 2011, dos agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) fueron emboscados en el estado de San Luis Potosí, ubicado en el centro-norte de México.  Uno de ellos, e l agente Jaime Zapata, murió. 

Seis meses después, un grupo de hombres roció gasolina e incendió el casino Royale en Monterrey, capital de Nuevo León. El ataque en el que murieron 52 personas  fue realizado por miembros de los  zetas  porque el dueño del recinto se negó a pagar una extorsión al grupo.

"Hay muchos tipos de tráfico de drogas", explica. "Este es particularmente tóxico".

Una organización debilitada

George Grayson, profesor de gobierno en la Universidad de William & Mary y coautor del libro The Executioner's Men, que habla de este grupo criminal, explica que si bien las autoridades mexicanas y estadounidenses han debilitado a Los Zetas, otros factores han ayudado a fracturar al grupo. Entre ellos se encuentra el gasto masivo que el grupo ha hecho en armamento para defender su territorio.

"A través de los años, Los Zetas han evolucionado de una organización vertical con un comando y mecanismos de control efectivos, a franquicias similares a McDonald's", explica el analista.  El liderazgo del grupo ha sido debilitado , explica Grayson, y ahora se apoyan en novatos que carecen de la experiencia de los zetas originales.

A la par de las autoridades, los cárteles de Sinaloa y del Golfo, así como Los Caballeros Templarios se han enfocado en destruir a Los Zetas; ellos, en tanto, han elegido aliados débiles como el cártel de los Beltrán-Leyva o el cártel de Juárez, dice Grayson. Además, el grupo perdió a su estrategia militar Heriberto Lazcano Lazcano, quien fue asesinado por miembros de la Marina en 2012, señala el analista.

Muchos de sus operadores se han convertido en informantes, dice Grayson, y el aliado de Lazcano,  Iván El talibán Velázquez Caballero  —encarcelado en México— acusó a Treviño de "traicionar a sus compañeros para obtener un mejor trato para sus familiares capturados en Estados Unidos".

Los Zetas  empezaron como el brazo armado del cártel del Golfo , cuyas raíces desde 1930 lo convierten en uno de los más antiguos de México, según Howard Campbell, un profesor de antropología de la Universidad de El Paso, Texas, especialista en el tema del tráfico de drogas. 

Más violencia

El cártel estuvo en desorden hasta 1990, cuando  Osiel Cárdenas Guillén , quien permanece encarcelado en Estados Unidos, "hizo al cártel del Golfo muy poderoso otra vez, introduciendo grandes cantidades de cocaína y otras drogas a Estados Unidos", dijo Campbell.

Para finales de la década de 1990, Cárdenas estaba al frente del cártel.

"Una de las tácticas más innovadoras que usó fue la de cooptar a muchas personas con un gran entrenamiento militar. Él fue el primero en reclutar abiertamente a un equipo tipo SWAT", señala Campbell. "(Los cárteles) ya eran violentos desde antes, pero de repente surge esta ala paramilitar entrenada".

Las masacres aumentaron. Abandonar partes de cadáveres en lugares públicos fue un distintivo del trabajo de Los Zetas, como lo fue la tortura, especialmente el desmembramiento. O como lo explica Campbell: "cortar los cuerpos como lo harían con la carne en una carnicería".

Existen muchas teorías sobre la causa de la división entre el cártel del Golfo y Los Zetas, pero alrededor de 2008 este último se separó y "desató una tremenda ola de violencia por todo el noreste de México", estima Campbell.

Donde otros cárteles formaban parte de una "red de patronazgo", en la cual pagaban a policías y funcionarios del gobierno para recibir apoyo en los negocios ilegales, Los Zetas preferían tomar pueblos y regiones de manera brutal, explica el analista.

"(Los Zetas) se convirtieron en el enemigo público número uno de México", dice Campbell.

Y no solo se dedicaron al tráfico de drogas. Su historia criminal incluye extorsión, cuotas para otros grupos criminales por pasar por su territorio, tráfico de armas y personas, secuestro y lavado de dinero. 

"La violencia fue una herramienta clave para que este grupo adquiriera toda clase de fuentes de ingresos", Hope dijo.

Su territorio incluye las plazas lucrativas de Nuevo Laredo y el sur de Tamaulipas; Piedras Negras, en Coahuila; Tuxpan y Coatzacoalcos, en Veracruz; la región de La Huasteca en San Luis Potosí, Zacatecas y partes de Sinaloa; así como los estados de Tabasco y Nuevo León, según Grayson.

¿Qué sigue?

Tras la captura de Treviño, varias cosas pueden ocurrir.

Su hermano puede tomar el control de la organización, pero Campbell, Hope y la empresa de inteligencia geopolítica Stratfor cuestionan si él tiene el respeto o las capacidades para dirigir una organización criminal nacional. 

"Yo no apostaría por eso", dice Hope.

Otras posibilidades violentas incluyen ataques de los cárteles de Sinaloa y el Golfo a Los Zetas para tomar el control de Nuevo Laredo, "la joya de la corona para el flujo fronterizo de bienes, servicios, armas, dinero, drogas y migrantes ilegales", explica Grayson. Además, agrega, el cártel del Golfo podría moverse para ganar el control de los cruces de Matarmoros y Reyonsa.

Un escenario más es que los pequeños grupos que ayudaron a Los Zetas empiecen a operar de manera independiente o sean absorbidos por otros cárteles, dicen expertos. Algo similar a lo que ocurrió en Colombia tras la disolución de los cárteles de Medellín y Cali. 

"Los cartelitos eran violentos y exitosos en transportar cocaína, pero no representaban una amenaza para el Estado", dice Grayson.

Lo que sea que ocurra, no se espera un gran impacto en la zona de la frontera por el lado de Estados Unidos, dice el autor Charles Bowden, cuyos libros sobre el narcotráfico en México incluyen Murder City: Ciudad Juarez and the Global Economy's New Killing Fields.

"Su arresto no significa nada", dice Bowden. "Ninguno de los arrestos bajo (el gobierno del presidente Felipe) Calderón afectaron el envío de drogas a Estados Unidos o el precio de las drogas en territorio estadounidense”.

Y añadió: "para afectar el volumen de las drogas que llegan a Estados Unidos, es necesario que haya una reducción en la demanda de drogas de EU".

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