México y EU discuten la seguridad fronteriza bajo la sombra del espionaje
Las autoridades de México y Estados Unidos discutirán las operaciones de seguridad en la frontera en medio de discrepancias sobre cómo se deben vigilar los límites entre ambos y dudas sobre un presunto espionaje por parte del gobierno de Barack Obama a México.
Este martes, la secretaria de Seguridad Nacional de EU, Janet Napolitano, se reunirá en Matamoros, Tamaulipas, con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, informó la oficina de Napolitano, un mes después de que el Senado estadounidense aprobó una propuesta de reforma inmigratoria para que 11 millones de residentes indocumentados obtengan la ciudadanía.
Esta propuesta fue celebrada por el gobierno de Enrique Peña Nieto, pero no así el resto de los puntos aprobados que incluyen blindar la frontera duplicando el número de agentes de la patrulla fronteriza y completar un muro de 1,120 kilómetros de valla.
Los senadores también apoyaron el despliegue de agentes de la Guardia Nacional de EU en el suroeste de la frontera para la construcción de muros y puestos de control.
Estados Unidos y México comparten una de las fronteras más largas del mundo —más de 3,000 kilómetros—, con una población de unos 430 millones de personas.
Pero para las autoridades mexicanas el problema de la migración entre México y Estados Unidos no se solucionará ampliando el muro fronterizo entre ambos países, dijo el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), José Antonio Meade.
"Estamos convencidos de que las bardas no unen. Las bardas no son la solución al fenómeno migratorio y no son congruentes con una frontera moderna y segura. No contribuyen al desarrollo de la región competitiva que ambos países buscamos impulsar", dijo en conferencia el 25 de junio, un día después de la aprobación de las medidas.
La reforma inmigratoria que se discute en Estados Unidos no debe contener medidas que puedan afectar la "buena vecindad" con México, dijo, sino políticas de corresponsabilidad.
Estas medidas, dijo el funcionario, podrían afectar la "buena vecindad" con México.
En total, 33 millones 700,000 hispanos de origen mexicano viven en Estados Unidos , de los cuales 11 millones 400,000 nacieron en México y otros 22 millones 300,000 en territorio estadounidense. En conjunto, representan el 11% de la población total de ese país y un 51% vive de manera ilegal, según el Centro de Investigación Pew.
Amigos, a pesar del espionaje
En la que podría ser su última visita –antes de que deje en septiembre el Departamento de Seguridad Interior para presidir el sistema de la Universidad de California- Janet Napolitano, viajará el miércoles a la Ciudad de México para reunirse con "miembros del gabinete de Peña Nieto" y hablar sobre "los métodos para compartir información", unos días después de que se conociera un supuesto espionaje de EU a México.
Hace una semana, el presidente Enrique Peña Nieto, pidió a EU una explicación sobre el supuesto espionaje del gobierno de Barack Obama a ciudadanos y embajadas de 38 países, entre ellos México, que reveló el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), Edward Snowden.
"Que se esclarezcan estos señalamientos o estas afirmaciones que se han dado de un eventual espionaje y que debemos conocer si es tal y obviamente resulta totalmente inaceptable", dijo Peña Nieto, quien afirmó entonces que estos señalamientos no afectan la "amistad" entre ambos países.
Esa amistad, incluye los temas de comercio bilateral, pues también se discutirán los "esfuerzos comunes para facilitar los viajes y el comercio legítimos" entre Estados Unidos y México.
La discusión en territorio zeta
La funcionaria de EU y el encargado de la política interior mexicana hablarán de "los esfuerzos para detectar y enfrentar a las organizaciones criminales transnacionales", justo una semana después de que elementos de la Marina detuvieron a Miguel Ángel Treviño, líder de Los Zetas, la primera captura de un líder criminal de la administración de Peña Nieto y por la que México recibió las felicitaciones de la DEA y los gobiernos de Guatemala y Costa Rica.
"Treviño Morales, el jefe del notoriamente violento y cruel del cártel de Los Zetas, era buscado desde hace muchos años", indicó la DEA en un comunicado; y ahora, "gracias a los valientes hombres y mujeres del gobierno de México", el capo "tendrá que rendir cuentas por sus crímenes".
El Z-40 era buscado por las autoridades de Estados Unidos y podría enfrentar un proceso de extradición.
Lee: Infografía: Actos violentos realizados por Los Zetas
La reunión se realizará en Matamoros, un municipio de Tamaulipas, uno de los estados donde opera esta organización criminal y controlado por Treviño, quien fue jefe de plaza en Nuevo Laredo, su ciudad natal.
Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Veracruz y Durango iniciaron operativos especiales ante el temor del recrudecimiento de la violencia tras la captura de El Z-40.