México 'desperdicia' su bono demográfico a causa de la pobreza
El crecimiento de la pobreza entre los mexicanos de 18 a 64 años “cancela los beneficios del bono demográfico” pues no se está aprovechando a la población que actualmente puede trabajar y contribuir con el crecimiento del país, coinciden analistas.
La pobreza en este grupo de edad aumentó en los últimos dos años. En 2010 eran 27.5 millones de personas en esta condición; para 2012 la cifra pasó a 28.2 millones de personas, según la Medición de pobreza 2012 presentada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
"La gran oportunidad histórica que estamos teniendo de que una población económicamente activa más grande a la no activa, no la estamos aprovechando por la carencia de empleo ocasionado por la falta de crecimiento", dice a CNNMéxico, Alejandro González, director de la asociación Gestión y Acción Social (Gesoc), encargada de evaluar los programas sociales del gobierno federal.
El bono demográfico, según el Consejo Nacional de Población, es el fenómeno de transición demográfica en el que el número de población trabajadora es mayor al dependiente (niños y adultos mayores), por lo que ayuda al impulso económico del país.
El poco crecimiento de la economía afecta en mayor proporción a la población económicamente activa y a quienes se van a incorporar al mercado laboral, dice González.
La principal carencia de esta población es el acceso a seguridad social (trabajo con prestaciones, derecho a una pensión, servicios de salud). Entre 2010 y 2012, el número de personas en esta situación subió de 69.6 millones (60.7%) a 71.8 millones (61.2%).
La precarización de los negocios y pequeñas empresas está dando como resultado que los mexicanos tengan empleos de mala calidad que no les permiten tener ingresos suficientes y seguridad social, explica José Luis de la Cruz, académico del Tecnológico de Monterrey.
A sus 31 años, Arturo Rivera, licenciado en Derecho, dejó su trabajo en un buffet de abogados porque no contaba con ninguna prestación —derecho a crédito de vivienda o afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)— más que su sueldo, unos 4,600 mensuales.
No es casado y aún vive con sus padres, por lo que, dijo, ese ingreso era suficiente para mantener sus necesidades.
Solo en uno de los tres trabajos que ha tenido le han ofrecido afiliación al IMSS, con lo que cotizó para su fondo de retiro. Ahora busca un empleo en el que tenga las prestaciones de ley.
Como Arturo, 31.5 millones de mexicanos entre 18 y 64 años trabajan sin seguridad social, según datos de Coneval.
"La gente que en este momento no trabaja y no tiene una pensión contributiva y no tiene acceso a un ingreso permanente y un mercado laboral estable, es más vulnerable en el mediano plazo porque no tendrá ingresos para su pensión", dice González.
Un futuro negativo
La pobreza entre los integrantes de este bono demográfico, sumada a la de los menores de 18 años — que componen el grupo de edad más pobre del país — generan un “saldo negativo” hacia el futuro.
Los menores de 18 llegarán a su edad productiva bajo una condición de pobreza, mientras que los mexicanos de 18 a 64 años “conforme pase el tiempo, si las condiciones no mejoran llegarán a una edad avanzada con menores posibilidades de tener un entorno con un buen nivel de vida”, explica el académico del Tec de Monterrey.
“De no romperse este círculo vicioso a la vuelta de 20 o 30 años se generaría un país de gente en edad avanzada y además pobre”.
Según el Coneval, solo 1 millón 400,000 adultos mayores de 65 años no son pobres, mientras que 4 millones sí viven en esta condición. El 75% de estos, tienen al menos una carencia social, siendo el acceso a la salud la mayor de ellas.
Más de la mitad, el 51.8%, viven con ingresos inferiores a la línea de bienestar, que es de 2,329 pesos al mes para la población de zonas urbanas y de 1,490 pesos para los habitantes de zonas rurales, según la medición de 2012 de Coneval.
El director de Gesoc considera que si ahora no se toman las medidas necesarias para sacar de la pobreza a los integrantes del bono demográfico "en el futuro vamos a tener un problema de sustentabilidad financiera y fiscal" porque el número de adultos mayores que necesitarán una pensión superará a los jóvenes trabajadores.