Acumulación de inflamables y un 'flamazo' generaron la explosión en Pemex
La explosión ocurrida en el edificio de Petróleos Mexicanos (Pemex) en enero se debió a la acumulación de sedimento de hidrocarburos, microorganismos que generaron gas metano y la presencia de solventes que, juntos, fueron el combustible de la detonación, según un estudio geológico presentado este viernes.
La Procuraduría General de la República (PGR) informó que la explosión, por la que murieron 37 personas y decenas resultaron heridas , tuvo un “carácter multifactorial” basado en la presencia de esos elementos inflamables que culminó con un “flamazo” que dio origen a la detonación.
Para llegar a esa conclusión, la PGR solicitó la colaboración del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México cuyos investigadores analizaron el terreno subterráneo del complejo de edificios de Pemex en la Ciudad de México, según los resultados presentados en un comunicado de la fiscalía.
Había capas de sedimento que estaban “impregnados de hidrocarburos” que pudieron tener su origen en derrames ocurridos en la década de 1930, cuando la compañía Huasteca Petroleum Company realizaba sus operaciones en ese mismo terreno, o por el almacenamiento de petróleo en el lugar.
También había “materia orgánica en diferentes capas del subsuelo” cuyos microorganismos son productores de metano que “al estar en contacto con los hidrocarburos, se potencializó su crecimiento y reproducción”, según las investigaciones conjuntas.
CNNMéxico buscó al Instituto de Geología de la UNAM para obtener más detalles pero no obtuvo una respuesta inmediata.
La PGR, por su parte, determinó la presencia de solventes “que eran utilizados para el mantenimiento, así como la administración de conexiones eléctricas mismas que generaron vapores que en combinación con el gas metano produjeron una mezcla explosiva”.
El metano, que es más ligero que el aire, se concentró en la zona de pilotes del edificio B2, un lugar “cerrado, sin ventilación” que fue favorable para la acumulación del gas.
Los tres elementos, sedimentos con hidrocarburos, gas metano y solventes, generaron una acumulación explosiva iniciada “con una chispa de origen eléctrico o mecánico generando un flamazo de forma instantánea que consume en su totalidad la mezcla explosiva”.
El tipo de explosión “difusa” que se generó provocó “quemaduras en los tres empleados que se encontraron en la zona de pilotes para por último fracturar, romper y proyectar la loza de cimentación, y a causa de la onda expansiva”.
La empresa Conservación Pilotes de Control (Copicosa), que fue contratada por Pemex para dar mantenimiento a los pilotes del edificio B2 antes de la explosión, no dará declaraciones hasta que Pemex les haga llegar un peritaje, dijo César Falcón, director adjunto de la empresa a CNNMéxico.
La PGR dijo que Pemex ha tomado las medidas de precaución necesarias, como un nuevo sistema de ventilación, para evitar la concentración de este tipo de elementos que dieron paso a la explosión el 31 de enero.
En marzo, el procurador Jesús Murillo Karam aseguró que era “claro” para las autoridades que la causa de la explosión se debió a una acumulación de gas, pero estaban determinando el origen y qué funcionarios tendrían alguna responsabilidad en el caso.
“El asunto de que fue una explosión de gas está claro. Los avances que hemos tenido en cuanto a lo que faltaba, es decir, de dónde salió el gas y las responsabilidades, es lo que falta por determinar”, dijo entonces el procurador al entregar un informe preliminar a la Cámara de Diputados.
La explosión del 31 de enero en el edificio B2 de la Torre de Pemex, en el poniente de la Ciudad de México. En el incidente murieron 37 personas —30 empleados de Pemex, una menor y seis trabajadores externos— y 126 resultaron heridas.