El Ejército arresta a un presunto responsable de la violencia en Michoacán
Uno de los presuntos responsables de la violencia ocurrida en Michoacán en los últimos dos años fue capturado en Morelia, la semana pasada, por elementos del Ejército y de la Procuraduría General de la República (PGR), informó el gobierno federal.
Gregorio Abeja Linares, quien fue capturado por las fuerzas federales el pasado 20 de agosto en un fraccionamiento de la capital del estado, es considerado desde 2011 como uno de los principales responsables de hechos violentos ligados al narcotráfico, informó Eduardo Sánchez, vocero de seguridad nacional del gobierno federal.
Abeja Linares es el presunto líder de una banda de delincuentes con presencia en la zona de Tierra Caliente, que incluye zonas limítrofes de los estados de Michoacán y Guerrero.
Durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), la PGR lo identificó como miembro del cártel de la Familia Michoacana y ofreció una recompensa por información que llevara a su captura.
Al capo le decomisaron tras su arresto dos armas de calibre de uso exclusivo del Ejército, cuatro cargadores, 25 cartuchos, equipo de comunicación, dinero en efectivo y un vehículo de reciente modelo.
Sobre Abeja Linares pesan 14 averiguaciones previas iniciadas por la PGR, al menos cuatro causas penales en juzgados de Guerrero y Jalisco, y al menos una orden de aprehensión por los delitos de delincuencia organizada, secuestro y contra la salud, agregó Sánchez.
La detención del presunto delincuente, quien ya se encuentra internado en la prisión de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, ocurrió como resultado de una acción táctica operativa apoyada con información de inteligencia, detalló la Segob.
La PGR ofrecía una recompensa de tres millones de pesos por información que llevara a su captura, según el vocero.
La dependencia no informó sobre a qué grupo delictivo pertenece Abeja Linares, pero en el estado de Michoacán operan Los Caballeros Templarios, un grupo dedicado al tráfico de droga, al que se le acusa de extorsiones, secuestros y asesinatos.
En los últimos meses, la violencia ha recrudecido en Michoacán , pese a que el gobierno federal envió en mayo un contingente de miles de policías y militares.
En dicho estado, el presidente Enrique Peña Nieto inició en mayo su primer gran despliegue de seguridad enviando a miles de policías y militares para resguardar a la población de los ataques de Los Caballeros Templarios y de los choques de estos con las llamadas autodefensas, grupos de vecinos que se han alzado en armas alegando la indefensión que viven sus comunidades.
A finales de agosto, dichos enfrentamientos dejaron al menos 40 muertos, según las autoridades locales.
En 2006, Michoacán fue también el punto de partida del amplio despliegue militar contra las bandas del narcotráfico realizado por el entonces presidente Felipe Calderón (2006-2012), en respuesta a la violencia generada por la lucha de los cárteles por el control del tráfico de drogas.