Peña deja celebración de independencia para atender emergencia por lluvias
Una tormenta y un huracán 'nublaron' el primer festejo por el Grito de Independencia del presidente, Enrique Peña Nieto, quien tuvo que ausentarse de las celebraciones en Palacio Nacional para reunirse con integrantes de su gabinete y atender la emergencia por las inundaciones y deslaves que han causado al menos 22 muertos.
Es la primera vez que un huracán como Ingrid y una tormenta como Manuel se presentan de forma simultánea en ambas costas del país: la del Pacífico y el Golfo de México, en el Atlántico.
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Mientras miles de asistentes escuchaban el concierto de Juan Gabriel en el Zócalo capitalino, el director del Centro Nacional de Prevención de Desastres, Luis Felipe Puente, daba en conferencia de prensa los detalles de la emergencia: la Autopista del Sol se encontraba cerrada, y más de cinco estados, principalmente Guerrero, estaban afectados por deslaves e inundaciones.
"Quiero ofrecerles una disculpa por tener que retirarme junto con los señores secretarios del gobierno de la República" por la contingencia que enfrentan los estados del pacífico, dijo Peña ante unos 700 invitados pasada la medianoche.
Embajadores, diplomáticos, legisladores, secretarios de estado y su familia escucharon desde las mesas con manteles blancos.
Peña pidió a sus invitados seguir festejando la Independencia nacional como un "símbolo de unidad".
El mandatario se despidió personalmente de algunos y adelantó que este lunes, antes del desfile militar que se celebra a las 11:00 horas, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, daró una conferencia para informar sobre los daños.
El mandatario abandonó el patio de Palacio Nacional junto con su esposa, Angélica Rivera; los secretarios de Marina, Francisco Vidal Soberón y de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos.
El secretario de Gobernación había encabezado la ceremonia del Grito en el municipio de Dolores Hidalgo, Guanajuato, donde inició la guerra de Independencia hace 203 años.
Los hijos de Peña, Paulina, Nicole, Alejandro y las de su esposa, Sofía y Regina, se quedaron en la cena.
Mientras, estados como Guererro, Tamaulipas y Nuevo León suspendían eventos de festejos patrios.
Hasta hace dos días, existía la posibilidad de que los festejos en el Zócalo se cancelaran o cambiaran de sede debido al plantón que desde hacía casi un mes tenían los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
El viernes 13, la principal plaza pública del país quedó bajo el control del Ejército y la Policía Federal después de un operativo que implicó el uso de vehículos antimotines, gas lacrimógeno y enfrentamientos con toletes.
"Mexicanos, vivan los héroes que nos dieron Patria y Libertad. Viva Hidalgo. Viva Morelos. Viva Josefa Ortiz de Domínguez. Viva Allende. Viva Aldama. Vivan Galeana y Matamoros. Viva Guerrero. Viva la Independencia Nacional. Viva México. Viva México. Viva México”, gritó el mandatario la noche de este domingo ante un Zócalo cercado por elementos del Estado Mayor Presidencial, del ejército y la policía federal.
Peña Nieto agregó a su arenga a Nicolás y Leonardo Bravo, y a Galeana y Guadalupe Victoria.
Se apegó a los tradicionales héroes independentistas y no agregó vivas a las instituciones o la democracia como lo hizo Vicente Fox. La ceremonia duró 12 minutos para dar paso a un espectáculo de pirotecnia, que Peña Nieto vio desde el balcón central de Palacio Nacional junto con su familia.
Al pie del palco central, se escuchaban gritos de "¡Peña! ¡Peña! ¡Peña!" de ciudadanos sonrientes bajo la lluvia, cubiertos con sombreros y chamarras rojas en una zona designada para invitados especiales, según personal de seguridad.
Luego de la partida del presidente, los invitados menguaron el frío con tequila, mezcal y comieron bocadillos mexicanos como quesadillas, pambazos, chiles en nogada, tostadas y dulces típicos mexicanos, preparados por chefs de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público.
Las mesas estaban decoradas con artículos tradicionales de la cocina mexicana. Anafres y molcajetes sirvieron como floreros y rebozos rojos sirvieron como manteles.
Dos horas después del Grito de Independencia, los invitados comenzaron a dejar Palacio Nacional, decenas de camionetas y autobuses hicieron fila para recoger a los invitados.
La plancha del Zócalo volvió a quedar vacía con los restos del festejo, sombreros de palma pisoteados, serpentinas estropeadas, huevos rotos con confeti y plásticos.
Este lunes pasarán lista las fuerzas armadas y “llueva o truene” la CNTE amenaza con tomar la plaza de nuevo al día siguiente.