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Los turistas logran salir de Acapulco mientras los damnificados se quedan

Cientos de visitantes tardaron hasta una semana para salir vía aérea del puerto donde miles de personas quedaron afectadas por 'Manuel'
sáb 21 septiembre 2013 08:38 AM

Lo que sería un fin de semana largo para celebrar las fiestas de la Independencia en el puerto de Acapulco, para miles de turistas se convirtió en días de espera, escasez de alimentos e incertidumbre por el regreso a casa, tras las afectaciones causadas por las intensas lluvias que dejó la tormenta Manuel.

Alguos visitantes, la mayoría provenientes de estados del centro del país y de la Ciudad de México, viajaron desde el 13 de septiembre para festejar el Grito de Independencia en el puerto del estado de Guerrero, al sur de México, pero una semana después aún no podían regresar a sus hogares por el cierre de las carreteras por los deslaves.

Consuelo Olvera fue una de las afectadas. Viajó en un grupo de 12 familiares a un hotel de la costera de Acapulco, pero la diversión planeada para la noche del 15 de septiembre se transformó en una situación de emergencia: una súbita inundación dejó inservible su automóvil modelo 2011.

“El coche fue pérdida total”, dijo Consuelo a CNNMéxico con la voz entrecortada al recordar la situación. “Nosotros apenas nos vamos a ir. Otros familiares se fueron en una camioneta”, agregó antes de abordar uno de los aviones que brindan servicio gratuito entre Acapulco y el Distrito Federal.

Las aerolíneas Volaris, AeroMéxico, Interjet y Aeromar, además de los aviones del las Fuerzas Armadas y del gobierno federal, transportan a cientos de turistas que aún están en el puerto, unos 24,000, según cifras del gobierno federal.

Pero para abordarlos, las personas tenían que esperar hasta un par de días para encontrar asientos disponibles entre los miles de pasajeros que buscaban salir vía aérea.

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Este viernes por la tarde la Autopista del Sol, que conecta el puerto turístico con la Ciudad de México, fue reabierta a la circulación, por lo que también se reanudó el servicio de autobuses y el tránsito de automóviles y camiones de carga. 

A la emergencia humanitaria se sumó la del Aeropuerto Internacional de Acapulco, el cual quedó totalmente inundado, por lo que el centro de convenciones Mundo Imperial, aledaño a las pistas del aeropuerto, fue habilitado como terminal aérea, pero con carencias.

Oswaldo Gómez llegó con su familia desde el 13 de septiembre a Acapulco, y apenas este viernes pudo encontrar lugar para viajar de regreso a casa, aunque el grupo con el que llegó quedó dividido. “La familia en total éramos 22, pero ahorita nada más logramos entrar (al vuelo) nueve”. El resto quedó en las filas afuera del Mundo Imperial. “Ojalá que alcancen también”, dijo.

Otras familias como la de Andrea Solís tuvieron que arreglárselas para racionar el agua potable, la cual “estuvo escaza” y adquirir alimentos enlatados como atún para comer. “Vinimos el fin de semana para estar el 15 de septiembre, pero bueno, ya no pudimos regresar, era imposible con las carreteras cerradas”, explica a CNNMéxico.

El aeropuerto bajo el agua

Marcas de lodo a unos 60 centímetros de altura en muebles y paredes, además de un penetrante olor a descomposición son las huellas que dejó la inundación del Aeropuerto Internacional de Acapulco.

Ubicada al lado de lagunas y manglares cercanos a la costa, la terminal aérea perdió el mobiliario electrónico que las aerolíneas utilizan para el registro de pasajeros, asegura Marcela Sánchez, representante de la aerolínea Volaris.

Trabajadores de limpieza han comenzado a retirar el lodo de la sala principal de la terminal aérea, mientras que en el exterior los pisos son lavados y el césped que antes era verde ahora tiene un tono marrón por la cantidad de lodo que trajeron las lluvias. Unos 80 vehículos quedaron dañados en el estacionamiento por la inundación, informaron las autoridades del aeropuerto.

La pista fue la primera en habilitarse para que aterrizaran los aviones de las aerolíneas comerciales y los de la Marina, la Fuerza Aérea Mexicana y de la Policía Federal para traer despensas del resto del país, principalmente de la Ciudad de México, y transportar a turistas.

La ayuda está destinada a unas 20,000 personas que resultaron damnificadas, según un conteo presentado este viernes por el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, para 59 municipios de 81 que conforman el estado.

Mientras los turistas salen de Acapulco, en la ciudad y el resto del estado quedan los miles de afectados que tendrán que volver a empezar prácticamente desde cero.

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