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Más sanciones o anular comicios no frena la ilegalidad, dice Woldenberg

El expresidente del IFE pide que la reforma electoral evite sanciones desmedidas, como anular comicios si hay gastos excesivos de campaña
jue 26 septiembre 2013 11:30 AM

Para José Woldenberg, las irregularidades electorales no se frenarán aumentando las sanciones, ni es función del Tribunal Electoral federal anular una elección si un candidato incurre en gastos excesivos de campaña, puesto que su principal tarea es garantizar el respeto al voto y no evitar ilícitos.

"Creo que en materia electoral, una vez que votan 50 millones de gentes, que los votos se cuentan bien y que la voluntad mayoritaria se expresa en un determinado sentido, es muy difícil anular eso porque eventualmente alguien trascendió el tope de gastos de campaña", dijo el primer presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) como órgano autónomo.

La propuesta de los principales partidos de oposición —Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD)— consiste en que la reforma político-electoral establezca que si un candidato incurre en gastos excesivos, recibe recursos de entes no autorizados o paga por propaganda encubierta en medios de comunicación, los comicios se anulen.

Woldenberg, que asumió la presidencia del IFE en 1996, admite que estas prácticas reflejan poca ética y son ilegales, pero considera que las sanciones propuestas no son "proporcionales". 

"Hay la idea de que endureciendo la sanción se termina con el delito, la infracción de que se trate. Pues toda la experiencia universal demuestra que no es así", dijo.

Durante las contiendas electorales, los partidos también suelen acusarse de otras irregularidades. En 2012, por ejemplo, la izquierda acusó falta de equidad en la contienda que ganó Enrique Peña Nieto, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que atribuyó una alianza con televisoras, manipulación de encuestas y compra de votos. 

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Al respecto, Woldenberg rechaza que la elección fuera inequitativa, y aunque admite que Peña Nieto pudo haber incurrido en faltas antes de la competencia, considera que no existe forma de saber cómo influyó eso en la votación.

"Fue público y notorio que un buen número de casas encuestadoras daban una ventaja al candidato del PRI sobre los otros candidatos, que no se cumplió en la realidad. Eso es absolutamente cierto y constatable", dijo.

Durante las campañas, encuestadoras como GEA/ISA o Consulta Mitofksy dieron a Peña Nieto una ventaja de entre 15 y 20 puntos, que el día de las votaciones se redujo a siete.

Hacia una transición 

En opinión de Woldenberg, el Pacto por México —firmado por el gobierno y los principales partidos para impulsar 95 reformas estructurales de 2012 a 2018— no tiene la fuerza de una coalición de gobierno, pero posee rasgos similares.

"El pacto no es una coalición de gobierno. Es más, ni siquiera es una coalición legislativa, pero creo que va en el sentido correcto. La aritmética democrática es muy sencilla y contundente: si uno tiene la mayoría, hace su voluntad; si uno no la tiene, tiene que pactar con otros", dijo.

Profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Woldenberg publicó recientemente su libro México: la difícil democracia, una compilación de los artículos periodísticos en los que analiza el sistema político mexicano.

En varios de ellos afirma que desde 1997 la pluralidad en el Congreso ha crecido tanto, que hace imposible que el presidente en turno consiga que sus iniciativas se aprueben únicamente con los votos de su partido.

Por esa razón, dice, es necesario que en México se establezca coaliciones de gobierno entre varios partidos o incluso que se modifique el régimen político, de uno de tipo presidencial a otro de tipo parlamentario.

"Ha llegado la hora de pensar si el formato del régimen presidencial es el que más nos conviene dada la existencia de un pluralismo equilibrado en México y por qué no empezamos a discutir la transición hacia un sistema parlamentario, que creo que acoge de mucho mejor manera la pluralidad", dijo. 

"El IFE no es un juez"

Woldenberg se opone a que el IFE desaparezca para dar lugar a un Instituto Nacional Electoral (INE), una propuesta que impulsan también PAN y PRD con el argumento de que ese organismo mejoraría la organización de las elecciones federales y locales.

Contrario a ese planteamiento, Woldenberg considera que los legisladores pueden fortalecer al IFE, dejando en el Tribunal Electoral la responsabilidad de dirimir los conflictos entre partidos. 

"Tengo la impresión de que el Instituto Federal Electoral se está desgastando encomendándole tareas para las cuales no fue diseñado. El Instituto Federal Electoral fue diseñado para organizar todos los eslabones del proceso electoral, desde el padrón electoral hasta la entrega de resultados", dijo.

"Pero al IFE se le está convirtiendo cada vez más en un juez. Es decir, el partido A va y denuncia al partido B. ¿Qué sucede? Que el IFE no puede dar satisfacción a ambos, porque quien acusa quiere que se condene y quien es acusado quiere salir absuelto. Y por supuesto que el IFE, al fallar, le da la razón a uno y el otro queda descontento", agregó.

"Si uno compara las elecciones en México antes y después del IFE, el cambio está a la vista. Es decir, el Instituto Federal Electoral nos ha ayudado a todos a aclimatar a las elecciones como la fórmula que las principales fuerzas políticas del país aceptan para dirimir quién debe gobernar y quién debe legislar", dijo.

El libro de José Woldenberg 'México: la difícil democracia' fue publicado en México por editorial Taurus.

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