El bloqueo de grupos delictivos a gasolineras de varios municipios de Michoacán, lo que ha causado desabasto, está siendo atendido por la Policía Federal y el Ejército, informó este martes el vocero de seguridad del gobierno federal en conferencia de prensa.
El comisionado nacional de seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, giró instrucciones para que la Policía Federal y el Ejército "se hagan cargo del tema", informó Eduardo Sánchez.
Fuerzas de ambas dependencias federales se encuentran a cargo de la seguridad de dicha zona del estado, conocida como Tierra Caliente, donde opera el cártel Los Caballeros Templarios, así como grupos de autodefensa antagónicos a dicha organización.
El secretario general de gobierno de Michoacán, Jaime Mares Camarena, informó la semana pasada que aunque sí ha existido desabasto, este se debió a la desconfianza de los transportistas.
"Hubo unos días cuando hubo una escasez notable de combustible e incluso el precio se elevó", afirmó Mares Camarena, según la agencia Notimex. Para normalizar la situación "se cuenta con el apoyo irrestricto del Ejército", dijo.
Los municipios donde se ha reporado escasez en las últimas semanas son Buenavista Tomatlán, Tepalcatepec, Coalcomán, Chinicuila y Aguililla.
Según el funcionario, a la situación de violencia también se unieron los bloqueos carreteros y el secuestro de unidades por parte de estudiantes, entre ellos normalistas, lo que ha influido para que los concesionarios tengan desconfianza de circular por algunas partes del Estado.
En mayo pasado, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto
Los Caballeros Templarios, formado en los últimos años a partir de la caída de los líderes de otro grupo criminal local denominado La Familia Michoacana, acusan a las "autodefensas" de recibir armas y operar para la organización antagónica Jalisco Nueva Generación, que se cree que está asociada con Joaquín El Chapo Guzmán.
Michoacán fue la primera región donde el expresidente Felipe Calderón (2006-2012) desplegó a las fuerzas militares contra el narcotráfico, en respuesta a una ola de violencia entre cárteles de la droga que dejó más de 70,000 muertos en su mandato.