'Las Patronas' que alimentan a migrantes, premio de Derechos Humanos 2013
Norma Romero Vázquez y un grupo de mujeres de su familia cocinan diariamente, en una cacerola de casi un metro de diámetro, el arroz que más tarde reparten en bolsas de plástico a migrantes centroamericanos que viajan en tren rumbo a Estados Unidos.
Empiezan a las 10 de la mañana y también preparan frijoles, cortan panes y llenan botellas con agua para aliviar la pesadez del viaje de quienes cruzan La Patrona —un barrio de la cabecera municipal de Amatlán de los Reyes, Veracruz— en busca del sueño americano.
Después de más de una década de seguir esta rutina al frente del grupo conocido como Las Patronas, Norma Romero fue reconocida el miércoles pasado con el Premio Nacional de Derechos Humanos 2013.
Al anunciar al ganador, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) señaló en un comunicado “la destacada trayectoria en la promoción efectiva y defensa de los derechos… de las personas migrantes”.
"No nos los esperábamos", dijo Romero. "Para nosotros es de suma importancia. Implica más compromiso, es llevar el mensaje más lejos, porque eso no puede quedarse aquí".
Llevar vida a la ruta de la muerte
Más de 20,000 migrantes son secuestrados al año en territorio mexicano en su viaje rumbo a Estados Unidos, según informes de la CNDH. Sin embargo, la mayoría de los casos no se denuncian, por lo que la cifra real podría ser mucho mayor.
En su travesía, los migrantes son víctimas de pandillas, miembros del crimen organizado y de agentes y policías corruptos. Además de los secuestros, sufren extorsiones, robos, violaciones y asesinatos.
Veracruz, estado del oriente de México, es uno de los principales escenarios de estos crímenes . Por su territorio cruza el tren conocido como La Bestia, que los migrantes usan para alcanzar suelo estadounidense.
Romero conoció esta realidad de cerca hace más de 15 años, cuando abrió la puerta de su casa a media noche y encontró a una joven hondureña pidiendo ayuda de rodillas porque su novio había sido acuchillado en el tren.
Romero acompañó a la joven y ayudó al hombre herido. La mujer de ahora 43 años vio en ese episodio una señal de su fe cristiana y desde ese momento, 1997, ayuda en la cocina de su madre, Leonila Vázquez, quien ya preparaba arroz y frijoles para los migrantes.
Con el paso de los años, Las Patronas han refinado su oferta para los hambrientos. Con la ayuda de donaciones, en julio pasado entregaron, además de los alimentos básicos, atún, piñas en almíbar y galletas a unos 400 migrantes que pasaron a bordo de La Bestia.
El grupo conocido en redes simplemente como Las Patrona s ahora es “un colectivo conformado por 14 mujeres y dos hombres sin ningún ánimo de lucro y sin remuneración alguna”, indicó la agrupación en julio pasado en un comunicado publicado en Facebook.
Consecuencias del altruismo
A causa de su labor, Romero y el resto de Las Patronas han tenido problemas con su familia, ya que sus maridos no entienden por qué dedican tanto tiempo a atender extranjeros. Además, algunos de sus vecinos les han reclamado por la basura generada por los migrantes en su recorrido.
Pero otro temor viene del crimen organizado: tratantes de personas y miembros de pandillas, a quienes evitan poniendo atención en su labor, siguiendo su instinto. Sin embargo, Las Patronas no han recibido amenazas, detalló Norma Romero este miércoles.
En julio pasado, el grupo salió al paso de reportes periodísticos que cuestionaron el origen de sus recursos.
“Nuestro trabajo ha sido y será totalmente transparente, así como el manejo de los recursos que gentilmente escuelas, universidades, organizaciones, colectivos sociales y familias particulares nos hacen llegar”, indicó en el comunicado emitido en julio.
“Nuestro principal propósito es ayudar al prójimo (…) no hemos recibido en ningún momento remuneración alguna que no sean las 'gracias' que oímos cada día (…) Las Patronas nos encontramos solo a favor de un bienestar común, sin apoyar proyectos particulares, políticos, religiosos empresariales o ningún otro asunto.
Predicar con el ejemplo
Otra consecuencia del apoyo a los migrantes han sido desencuentros con su iglesia, dependiente de la Diócesis de Córdoba, por ausentarse de trabajos pastorales.
Las Patronas colaboran con otros religiosos reconocidos por su trabajo a favor de los migrantes, como el sacerdote Alejandro Solalinde, Fray Tomás González y la organización Pastoral de la Movilidad Humana, que agrupa unos 60 albergues y comedores que apoyan a migrantes.
"Somos iglesia, pero no estamos dedicados a estar en el templo porque nuestro trabajo es aquí", dijo Romero. "(Somos cristianos) no nada más de boca".