Angélica Rivera, la actriz que cedió el protagónico al presidente
Durante años ella fue el centro de las miradas y el objetivo de los flashes, pero en su nuevo rol, Angélica Rivera cedió el papel protagónico a su esposo, el presidente Enrique Peña Nieto, para brillar bajo los reflectores.
El domingo 1 de diciembre, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) celebra un año de haber vuelto a Los Pinos tras 12 años de gobiernos panistas, y la exprotagonista de telenovelas cumple su primer año como primera dama de México, el mejor trabajo que ha desempeñado hasta ahora, según ha dicho.
Ningún escándalo, ningún tropiezo, ningún desliz relevante. Rivera ha navegado este año por las aguas de la política mostrando un desempeño irreprochable.
“Está haciendo un papel políticamente correcto, yo diría que muy correcto, muy cuidado, seguramente está muy bien asesorada. Siempre está impecablemente bien vestida, (pero) tiende a ser más bien de bajo perfil”, dice la escritora Guadalupe Loaeza, quien ha dedicado parte de su obra a documentar los entretelones de la sociedad mexicana a través de la saga de Las niñas bien.
¿Bajo perfil en una popular actriz que llegó a tener una audiencia de 15 millones de televidentes cada noche? Sí, Rivera no ha concedido entrevistas a los grandes medios de comunicación, no ha ofrecido declaraciones polémicas y ha mantenido cerradas las puertas de su casa a las revistas del corazón, contrario a otras esposas de mandatarios.
Marta Sahagún de Fox, por ejemplo, dejó entrar a los periodistas a las cabañas remodeladas con acabados de lujo. La transformación de las antiguas caballerizas de la residencia oficial costó más de seis millones de pesos, y Sahagún lo presumía.
La dueña
Para Rivera, de 44 años, ser primera dama es lo más importante que le ha pasado.
“Trabajar por mi país y por su gente, es la mejor tarea que la vida me pudo asignar”, señala en su perfil de Facebook, la única red social donde ofrece información sobre sus actividades de forma masiva.
Al no conceder entrevistas, la prensa ha de conformarse (por ahora) con los mensajes, las fotos y los videos que decide compartir en su página. Ella es la dueña de sus palabras y de sus silencios.
“Ella está muy pendiente de su Facebook y ella decide qué sale. Elige fotos, textos, es algo muy de ella”, dice una fuente cercana a Los Pinos.
No tiene ni Twitter ni Instagram, así que todas sus energías están en la red de Mark Zuckerberg , donde comenzó a escribir en octubre de 2010, unos días antes de su boda con Peña Nieto. En menos de 20 días logró 5,000 seguidores, y en tres años rebasó el millón .
Ella no los llama “fans” ni “seguidores”, sino “amigos”, y con ellos comparte un amplio y ecléctico abanico de temas: momentos familiares como la celebración del cumpleaños de su abuelo , fotos de las giras internacionales con Peña Nieto, inauguraciones de hospitales, penas íntimas como la muerte de su abuela, o el video de su boda con el soundtrack de la película Moulin Rouge.
Muchos de los mensajes que difundió Rivera este año tienen como protagonista al propio Peña Nieto, en una de sus fotos más exitosas (más de 60,000 likes y más de 8,000 comentarios) aparece con Regina, de 8 años, mientras repasa una lección sentada en las piernas del presidente.
“Él siempre encuentra espacio para estar cerca de nosotros. Hoy, después de la comida, platicando con Regis”, escribió. Ni siquiera lo menciona por su nombre. Es “ella” quien logra que “él” gane simpatías.
Dulce desafío
Contar con una figura tan popular en Los Pinos puede ser de gran ayuda para la imagen presidencial, aunque el desafío es no abusar tanto de su carisma y magnetismo que Rivera llegue a eclipsar a Peña.
Sara Sefchovich, la escritora que desde hace 30 años investiga y ha documentado la vida de las primeras damas en México, afirma que la belleza e inteligencia de Rivera son sus principales aliadas en su desempeño como esposa del presidente.
En un adelanto de la nueva edición de su libro, La suerte de la consorte, Sefchovich opina que Rivera –a diferencia de otras primeras damas–, se ha mantenido en el sitio que le corresponde, pese a estar acostumbrada a los reflectores.
De todos los eventos a los que acude Rivera, en más de la mitad va acompañando al presidente. Según un conteo realizado por CNNMéxico de lo reportado en las páginas oficiales de Presidencia, el DIF y la cuenta de Facebook, la primera dama ha participado en al menos 52 actos públicos en México y el extranjero, y 31 de ellos fueron encabezados por Peña Nieto.
Como presidenta del Consejo Ciudadano Consultivo para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) asiste a algunos eventos donde es la protagonista: En su primer gira de trabajo como titular del DIF viajó a Querétaro en marzo, un mes después, entregó apoyos a personas con discapacidad en el Estado de México. Después asistió a la firma de convenios entre el gobierno mexicano y la UNICEF, y en Jalisco inauguró los Juegos Nacionales Deportivos Sobre Sillas de Ruedas, entre otros actos públicos.
El primer evento al que dama acudió sola, incluso antes de ser nombrada presidenta del DIF, fue el funeral del actor Joaquín Cordero , con quien compartió créditos en la telenovela Destilando amor (2007), su más grande éxito televisivo y donde interpretó el célebre personaje de La Gaviota, sobrenombre con el que aún es conocida popularmente.
El carisma de Rivera es capitalizado positivamente por Los Pinos: en el extranjero lo acompañó a sus giras por Costa Rica y Asia, a la entronización del papa Francisco en Roma y a los funerales del presidente venezolano Hugo Chávez.
En México fungió como anfitriona en las visitas oficiales de presidentes y primeras damas de Irlanda, China y Nueva Zelandia, y de los príncipes de Dinamarca.
La participación más llamativa la tuvo en junio, cuando llevó a Peng Liyuan, esposa del mandatario chino, a las instalaciones de Televisa. “La señora Peng nos pidió presenciar las grabaciones de algunas escenas que se realizan en este, el que por 25 años fue mucho más que un lugar de trabajo para mi”, narra Rivera en un video que subió a Facebook.
No es raro que la señora Peng haya pedido conocer más acerca de las telenovelas: Destilando amor fue vista por 7 millones de chinos en promedio cada noche. La novela se exportó a más de 60 países, incluidos Rusia, Angola, Mozambique, Rumania y Bosnia, de acuerdo con información de Televisa.
Turistas procedentes de Venezuela, Colombia o Puerto Rico, llegaban a la población jalisicense de Tequila, solicitando conocer los lugares donde se había grabado la telenovela, según el Consejo Regulador del Tequila.
En México, él éxito de La Gaviota fue tal que el rating llegó a los 42.4 puntos, con un share de 61.2; el final del melodrama fue visto por 59 de cada 100 televidentes en el país.
Huracán
Artistas, intelectuales, políticos y otras figuas públicas fueron invitados, como cada año, a una cena en Palacio Nacional el 15 de septiembre para conmemorar el aniversario de la Independencia, pero el mandatario abandonó anticipadamente la gala para atender la emergencia de los huracanes. Sobre el Golfo azotaba Ingrid y más tarde en el Pacífico golpearía Manuel.
Rivera acompañó al presidente a visitar a los damnificados, y su condición de exactriz le permitió contar con el apoyo inmediato de sus antiguos colegas para promover la donación de víveres.
La actrices Lucía Méndez y Erika Buenfil y los cantantes Bibi Gaytán y Eduardo Capetillo aparecieron cercanos y solidarios a los esfuerzos de Rivera a favor de los damnificados.
Esta vez el drama era real y no ficción: Ingrid y Manuel dejaron a su paso 60,000 personas desplazadas, casi 15,000 viviendas dañadas o destruidas, miles de hectáreas de cultivo destrozadas, 22 estados perjudicados, 309 municipios declarados en desastre natural y 157 personas muertas.
“Como esposa del presidente, he convocado a la sociedad civil, organizaciones, fundaciones y voluntariado; y he obtenido el respaldo de muchas personas y empresas generosas y solidarias (…) hemos recaudado en estos días más de 520 toneladas de ayuda. Seguiremos trabajando en el DIF para ayudar a todas las personas que lo necesitan”, dijo Rivera a través de Facebook.
Peña Nieto enfrentó otros dramas durante su primer año como presidente, donde solo él fue el protagonista: la detención de la líder sindical Elba Esther Gordillo , el escándalo del espionaje de Estados Unidos , la desaceleración económica en México y la aprobación de una reforma fiscal que impone nuevos gravámenes a la población. Veremos si el papel de su esposa en los siguientes años se sigue manteniendo en un reservado segundo plano. Esta historia continuará…