Los 'osos' de Enrique Peña Nieto, ¿de verdad son graves?
Como cualquiera, Enrique Peña Nieto no se libra de tropezones lingüísticos, tartamudeos y confusiones, pero cada uno de sus errores queda registrado públicamente y se convierte en blanco de críticas.
“Sin querer exonerar a Peña Nieto de estos evidentísimos tropiezos, hay una suerte de persecución alevosa de parte de algunos de sus malquerientes, que son muchísimos en las redes sociales mexicanas, que están a la caza de cualquier error para magnificarlo. No encuentro que a otros personajes públicos se les persiga virtualmente o digitalmente con tanto encono”, dijo en entrevista el académico Raúl Trejo Delarbre.
Por ejemplo, la palabra “epidemiólogos” se convirtió en un trabalenguas durante el festejo del Día del Médico y la resonancia en Twitter del error generó que el hashtag #epidemiólogos se convirtiera en tendencia durante algunas horas.
Lo mismo sucedió cuando se refirió al Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), como "Instituto de Información y de Acceso... a la Opinión Pública de toda la Información Disponible para la Ciudadanía desde el Gobierno, el IFAI".
Este gazapo llegó hasta las redes sociales donde se creó el hashtag #PeñaNietoNoSabe .
Y si hablamos de confundir nombres, Peña pasó al registro de los bloopers presidenciales cuando, siendo aún candidato a la presidencia, confundió al autor de La Silla del Águila, atribuyendo la obra de Carlos Fuentes al historiador Enrique Krauze.
Los resbalones literarios no han sido solo del priista. El expresidente Vicente Fox confundió varias veces autores: llamó “José Luis Borgues” al escritor argentino Jorge Luis Borges y en un tuit le atribuyó el Premio Nobel, galardón que nunca recibió.
Su sucesor, Felipe Calderón confundió el título del poema del uruguayo Mario Benedetti “El sur también existe” con una canción del cantante Ricardo Arjona llamada “Si el norte fuera el sur”.
Pero como dice Enrique Peña Nieto “también el presidente de la República a veces se equivoca”.