El papel de los sindicatos divide al PRI y al PAN en la reforma energética
Aunque están de acuerdo en los puntos clave de la reforma energética, un tema divide a los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN): cuánto poder tendrán los sindicatos en las decisiones de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El PAN, segunda fuerza en el Congreso, propone sacar a las organizaciones gremiales de los órganos de decisión de Pemex y de la CFE, argumentando que la medida es necesaria para que ambas instituciones se conviertan en empresas públicas productivas.
"La empresa pública productiva es orientar todo, Pemex, CFE, hacia la eficiencia, hacia la rendición de cuentas, hacia maximizar los beneficios. (…) Esto tiene especial relevancia en su toma de decisiones, en su autonomía, en sus consejos de administración. Nosotros no vamos tras de una persona, tras de un sindicato, sino vamos a que realmente funcione el modelo", dijo este domingo en entrevista el senador panista Jorge Luis Lavalle, integrante de la Comisión de Energía de la Cámara alta.
Actualmente, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) tiene cinco representantes en el Consejo de Administración de Pemex , mientras el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) tiene tres en la Junta de Gobierno de la CFE.
Esa presencia implica que puedan influir en las decisiones de ambas instituciones, lo que puede afectar su productividad, a decir de la bancada de Acción Nacional.
Para el gobernante PRI, sin embargo, que los sindicatos tengan asientos en los órganos de gobierno no tiene por qué afectar el desempeño de Pemex ni de la CFE.
"Nosotros consideramos que una cosa no excluye a la otra, que la presencia de los trabajadores a través de su representación no tiene por qué excluir la noción de una empresa productiva que responda a retos. Es lo que nosotros consideramos. Desde luego, habremos de esperar las reservas que haga el propio PAN", dijo en entrevista la senadora priista Graciela Ortiz, presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos.
En el PRI, primera fuerza en el Congreso, militan varios líderes sindicales, entre ellos el dirigente petrolero Carlos Romero Deschamps. El líder del STPRM es secretario de la Comisión de Energía del Senado, por lo que participa en el debate de la reforma energética.
Aunque no se conocen acusaciones formales en su contra, Romero Deschamps es señalado por presuntos actos de corrupción y enriquecimiento ilícito, derivado de los gastos de algunos de sus hijos en viajes al extranjero y autos de lujo, reportados por medios como el diario Reforma y el semanario Proceso.
Cuestionado al respecto, el líder sindical dijo a periodistas en marzo pasado que se encuentra "tranquilo" porque los señalamientos en su contra carecen de fundamento.
El proyecto de dictamen que las comisiones del Senado empezaron a discutir este domingo incluye varias propuestas de la iniciativa del PAN —como la creación de un fondo petrolero—, pero deja fuera la de sacar a los sindicatos de los órganos de gobierno de Pemex y de la CFE .
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Para incluir el punto en el documento, los panistas necesitarían el respaldo del PRI o de todo el bloque de partidos de izquierda, que se ha declarado en contra de la reforma energética porque considera que privatiza los recursos energéticos.
De aprobarse, la reforma implicaría que el Estado pueda celebrar contratos con particulares nacionales o extranjeros para la exploración y explotación de hidrocarburos, en los que pagaría con efectivo, utilidades o incluso con un porcentaje de los combustibles que se produzcan.
Se espera que la discusión continúe en comisiones este lunes, para que el documento sea votado en el pleno el martes y posteriormente sea enviado a la Cámara de Diputados.
La reforma es una propuesta clave del presidente Enrique Peña Nieto, quien afirma que su aprobación es necesaria para impulsar el crecimiento económico.