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Peña Nieto promulga reforma energética y abre el sector a capital privado

El siguiente reto es garantizar la transparencia en la legislación secundaria, cuyas iniciativas enviará el presidente al Congreso
vie 20 diciembre 2013 01:11 PM

Con la firma del decreto de la reforma energética, el presidente Enrique Peña Nieto abrió el petróleo mexicano al mundo.

La reforma más anhelada por los presidentes mexicanos en los últimos 18 años, Peña Nieto la alcanzó en su primer año de gobierno, a 130 días de que dio a conocer su iniciativa y la envió al Congreso.

Se trata de la reforma más polémica en materia energética, pues cambia la política de energéticos del país de los últimos 75 años, desde la expropiación petrolera por el entonces presidente Lázaro Cárdenas.

Con la promulgación de este viernes queda completo el proceso para poner en marcha la apertura del sector petrolero, electricidad y otras fuentes de energía, a capital privado. El reto que ahora enfrenta es crear un marco de leyes secundarias que garanticen reglas claras y transparentes en el otorgamiento de contratos y recursos alcanzados.

El decreto fue publicado por la tarde, horas después de ser firmado, en una edición vespertina del Diario Oficial de la Federación.

“En el sector energético habrá mayor transparencia y rendición de cuentas. Por ejemplo, en cuestión de exploración y extracción de petróleo y gas natural, cualquier contrato que otorgue el Estado podrá ser consultado por la ciudadanía y ser sujeto de auditoría”, destacó el mandatario.

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En su oportunidad, el presidente de la Cámara de Diputados, Ricardo Anaya, dijo que no se puede entender la reforma energética “sin transparencia y sin los órganos de anticorrupción”, como tampoco los “sistemas de rendición de cuentas hacia el ciudadano, que tenga claro el acceso del manejo de los recursos públicos y en el caso concreto, de las asignaciones de los diferentes tipos de contrato, utilidad compartida o producción compartida o licencia”.

Peña Nieto anunció que "a la brevedad" enviará las iniciativas de las leyes secundarias para completar la reforma, las cuales mantendrán el espíritu “audaz y de vanguardia”, y cuyo plazo de aprobación por parte del Congreso es de 120 días, a partir de su publicación en el Diario Oficial.

“Por todos su beneficios la reforma energética es un paso decisivo a favor de mejores condiciones de vida para todos los mexicanos”, dijo. “Este año los mexicanos decidimos derrumbar mitos y tabúes”.

Peña Nieto dijo que con la reforma México crecerá más rápido, lo que generará empleos y elevará la competitividad de la industria. Además se podrán explotar los recursos energéticos sin que el país se endeude.

Reiteró que con la reforma se abaratará el costo de la energía eléctrica y de los combustibles para los mexicanos, también ayudará a la reactivación del campo con una mayor producción de fertilizantes, con lo que el precio de los alimentos bajará.

La reforma, dijo, es un marco jurídico de avanzada que convertiría al sector energético en uno con mayor potencial económico.

“Con esta reforma mandamos una clara y contundente señal de que México se está transformando”, agregó.

Peña Nieto destacó que con el Fondo Mexicano del Petróleo habrá una acumulación de recursos para las próximas generaciones y para hacer frente a problemas de coyuntura; se dará mayores recursos a ciencia y tecnología y al sistema de pensiones.

Con la reforma, dijo Peña Nieto, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex) se fortalecen y se convierten en empresas productivas del Estado. Aseguró que habrá mayores opciones de desarrollo laboral y profesional para los trabajadores de ambas paraestatales y que sus derechos laborales no se verán afectados.

A su entrada al patio de honor del Palacio Nacional, Peña Nieto fue recibido por una ola de aplausos de los asistentes, entre los que estaban gobernadores, secretarios de su gobierno y los presidentes de las Cámaras de Diputados y de Senadores.

A la promulgación de la reforma faltaron algunos de los gobernantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) —el principal opositor de izquierda—: Arturo Núñez, de Tabasco, y el Jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera.

Otros ausentes fueron el líder nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero, uno de los impulsores de la reforma, así como el dirigente del PRD, Jesús Zambrano, principal opositor a la reforma constitucional de los artículos 25, 27 y 28.

Quienes sí asistieron fueron los líderes de los partidos Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho; del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Emilio González, y de Nueva Alianza, Luis Castro, estos dos últimos aliados históricos del partido gobernante.

También asistieron los gobernadores perredistas de Morelos, Graco Ramírez, y de Guerrero, Ángel Aguirre, sí estuvieron presentes.

La reforma es una realidad a 13 días de que fue presentado el proyecto de dictamen en las comisiones del Senado, como cámara de origen. En un debate de menos de cuatro días fue aprobada , con el rechazo de la izquierda, y enviada a la Cámara de Diputados , donde fue aprobada un día después.

Seis días después, el 18 de diciembre, el diputado Ricardo Anaya, presidente de la Cámara baja, emitió la declaratoria de constitucionalidad , luego de que 24 congresos locales, más del mínimo requerido (16) dieron su aval .

Peña Nieto reconoció a los legisladores del Congreso de la Unión y de las legislaturas estatales “por decir sí” a una reforma histórica y haber demostrado que sí se puede transformar a México con democracia y por la vía institucional.

Sin embargo, la izquierda, encabezada por el PRD, asegura que los cambios constitucionales a los articulos 25, 27 y 28 que contiene la reforma son un paso a la privatización del sector, y ya preparan una serie de recursos legales para tratar de derogarla.

El presidente del PRD, Jesús Zambrano, y el fundador del partido, Cuauhtémoc Cárdenas, esperan revocar la reforma a través de una consulta ciudadana que se realizaría en 2015. 

Lázaro Cárdenas queda fuera del discurso

A diferencia del día en que dio a conocer su iniciativa, el presidente dejó fuera el nombre del presidente Lázaro Cárdenas que en 1938 decretó la expropiación del petróleo a empresas extranjeras, acto que volvió este bien en un símbolo de nacionalismo mexicano.

Sin embargo, hizo alusión a los argumentos de entonces, y dijo que “nunca había habido un mandato específico en nuestra Constitución de para qué querían los mexicanos su petróleo, su gas y su electricidad”.

“Hoy, sí lo sabemos”, añadió. “Financiar el desarrollo es un elemento sustancial del crecimiento económico que tiene como traducción siempre elevar el nivel económico y de vida de los mexicanos y las mexicanas”. 

“Sin seguridad energética, no puede haber un desarrollo del crecimiento, porque la industria no está clara sobre el marco sobre el cual va a generar riqueza”.

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