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¿Por qué al DF le conviene (o no) convertirse en el estado 32?

Contar con una Constitución daría a la ciudad autonomía financiera, un Congreso y mayores atribuciones en materia de seguridad
lun 13 enero 2014 06:21 AM
gobierno Distrito Federal
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Los habitantes del Distrito Federal están a un paso de dejar de ser "ciudadanos de segunda" y tener los mismos derechos que los mexicanos de otros estados. 

Actualmente los capitalinos viven en un territorio en donde algunas decisiones aún dependen del presidente de la República y el Congreso de la Unión, como la designación de los titulares de la policía y la procuraduría locales o el visto bueno de la Cámara de Diputados sobre el monto de deuda que pide la ciudad.

Estas son nueve cosas que cambiarán si la Ciudad de México se tranforma en el estado 32.

1. Contaría con su propia Constitución que regiría la conducción del estado.

2. Cambiaría el nombre de Distrito Federal a Ciudad de México aunque seguiría siendo la sede de los poderes federales.

3. La Asamblea Legislativa se convertiría en Congreso local, el cual podría enviar iniciativas al Congreso de la Unión y participar en la modificación de la Carta Magna del país.

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4. La ciudad decidiría sobre el monto de su techo de deuda, según  la iniciativa presentada  por el senador Mario Delgado, pues actualmente la Cámara de Diputados es quien autoriza este monto, la rendición de informes y fiscalización de su ejercicio, 

5. El Ejecutivo local podrá nombrar libremente a los titulares de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPDF) y de la Procuraduría General de Justicia (PGJDF), ya que actualmente el presidente de la República debe dar su visto bueno.

6. Las delegaciones, que se convertirán en alcaldías, regidas por alcalde y concejales, tendrán mayor autonomía, pues contarían con policías municipales y mayores aportaciones federales para su desarrollo.

“Las delegaciones no tienen dinero, no tienen mando sobre la policía u otras órdenes de gobierno para resolver mejor los problemas de los ciudadanos, por lo que esta reforma no solo es política, sino de interés público y en beneficio de la gente”, dijo en julio pasado Alejandra Barrales, presidenta de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía del Senado.

7. Se elimina la facultad del Senado para poder remover de su cargo al jefe de gobierno como lo establece la Constitución.

8. Los diputados locales como los funcionarios de las alcaldías podrían reelegirse, según lo aprobado esta semana en la reforma político-electoral .

9. La ciudad recibiría más recursos del gobierno federal para educación, salud, programas sociales y seguridad.

El proyecto –que es revisado en el Senado– está casi listo, “salvo algunos detalles el consenso ya está muy avanzada (la discusión)”, dijo a CNNMéxico, Porfirio Muñoz Ledo, titular del Consejo Consultivo de la Reforma Política del DF.

El político espera que en el próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso –que inicia el 1 de febrero– se retome la discusión y se apruebe el proyecto que reforma el status jurídico de la capital y su nombre, que ya no sería Distrito Federal, sino Ciudad de México.

La ruta hacia el estado 32

Una vez aprobado el proyecto de reforma política,  debe enviarse a los Congresos locales por tratarse de cambios al artículo 122 de la Constitución, para que éstos lo aprueben. Entonces el Congreso lo avalará y enviará al presidente Enrique Peña Nieto para su promulgación.

A partir de entonces se elegirá una asamblea constituyente que se encargará de redactar la nueva Carta Magna de la Ciudad de México, con base en el proyecto que envíe el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera.

“Una de las cuestiones más delicadas ya se resolvió que era que sea una asamblea constituyente electa la que se encargue de discutir la constitución de la ciudad, está en discusión la fecha pero quedan ya muy pocos puntos para que se acuerde”, detalló Muñoz Ledo.

Tras la conformación de la constitución la asamblea se convertiría en Congreso local, el Distrito Federal adoptaría como su nombre oficial Ciudad de México y las delegaciones se convertirían en demarcaciones territoriales, equivalentes a un municipio, regidas por un alcalde y concejales y ya no por un delegado.

Si se aprueba en el Congreso el proyecto, “podríamos tener constitución antes del fin del año próximo”, dijo el Muñoz Ledo.

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