"Me he salido de la ley, pero es para defender a mi familia": autodefensa
Samuel Gómez dice que tuvo que dejar su casa por las amenazas de criminales.
El agricultor de 71 años y su familia huyeron hace tres años de su rancho de 20 hectáreas en Felipe Carrillo Puerto, municipio de Buenavista Tomatlán, en el estado de Michoacán, luego de ser acosados por el crimen organizado.
Gómez cuenta a CNN que fue víctima de Los Caballeros Templarios —la organización criminal que ha operado en la región de Tierra Caliente—, quienes lo obligaban a pagarles por cada venta que hacía.
Los delincuentes exigían a los agricultores que les vendieran sus ranchos.
"Me lo vendes o me lo vende la viuda. ¿Qué hacia? Se quedaban con ranchos, se quedaban con ganado, con todo lo que había", dice Samuel.
Ante las amenazas, Gómez y su familia huyeron de lugar. Los delincuentes, quienes sembraban el terror, se apoderaron de su propiedad.
"Nos mataron gente, nos violaron jovencitas, hacían lo que querían, colgaban las cabezas en las carreteras para que vieran que eran poderosos", relata.
Cansados de las extorsiones y la violencia, a principios del año pasado surgieron en el estado grupos de autodefensa que tomaron las armas, según ellos, ante la ineficacia de las autoridades locales.
"De alguna forma me he salido de la ley, pero es para defender a mi familia", afirma Hipólito Mora, uno de los primeros en rebelarse y quien a sus 58 años formó un grupo para combatir al crimen y expulsar a los templarios de su pueblo.
"Todos los que estamos en este movimiento lo estamos haciendo para defender a nuestras familias, aunque sea ilegalmente", dice Mora, líder de autodefensas en el municipio de Buenavista Tomatlán.
Desde entonces, las autodefensas y los grupos criminales se han enfrentado a tiros , en municipios como Uruapan, Nueva Italia y Parácuaro, donde habían operado los templarios.
Proteger el terreno que han logrado quitar a los criminales tampoco ha sido sencillo.
Las autodefensas han instalado retenes en la entrada de poblados de Tierra Caliente. Controlan el acceso de los habitantes para impedir el regreso del crimen organizado.
Quienes hacen guardia son tanto viejos como jóvenes, residentes de Michoacán y migrantes que han regresado de Estados Unidos para recuperar lo que el crimen les arrebató con "golpizas, muertes, secuestros", dice Juan, uno de los migrantes que llegó desde Carolina del Norte, Estados Unidos.
Aunque el gobierno federal desplegó desde el 13 de enero decenas de elementos militares y policías en Tierra Caliente, los integrantes de autodefensas afirman que están preparados para responder si las fuerzas federales se retiran.
"Yo pienso que (los criminales) ocupan matarnos a todos, porque todos vamos a pelear", dice el agricultor Samuel Gómez, desde una región donde la paz sigue siendo frágil.
Con información de Rafael Romo.