Lo ocurrido en 1994 fue un intento por descarrilar mi gobierno: Salinas
El expresidente de México, Carlos Salinas de Gortari, dijo que el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y los asesinatos del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio y el entonces secretario general de su partido, José Francisco Ruiz Massieu, todos hechos ocurridos en su último año de gobierno, fueron un ataque contra las reformas propuestas por su administración.
“Lo que vimos en ese inicio de 94 fue un intento de descarrilamiento del gobierno como respuesta al proceso transformador tan intenso que habíamos llevado a cabo”, dijo Salinas en una entrevista con El Universal publicada este lunes.
“Ante todo ello había una resistencia de los grupos que antes se beneficiaban de un sistema tan cerrado y anquilosado, que habían querido descarrilar las reformas y no pudieron, entonces decidieron descarrilar al gobierno y eso es lo que intentaron en 1994”.
Como parte del “proceso transformador”, Salinas se refirió al Tratado del Libre Comercio (TLC) suscrito con Estados Unidos y Canadá, a la reforma educativa y las modificaciones a los artículos constitucionales 27 (sobre la propiedad de la tierra y el agua) y 130, que plasma la separación entre la Iglesia y el Estado.
Con la reforma al artículo 27, aprobada en 1991 tras un intenso debate en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y con la oposición, el gobierno de Carlos Salinas puso fin a la repartición masiva de tierras que inició al finalizar la Revolución Mexicana y abrió la puerta para que los ejidos se pudieran vender.
En tanto, los cambios al artículo 130 devolvieron en 1992 algunos derechos políticos retirados desde principios de siglo a iglesias (principalmente la católica) y ministros, para dar un ordenamiento jurídico a su relación con el Estado. Salinas se convirtió en 1993 en el primer presidente mexicano en recibir a un papa (Juan Pablo II) como jefe de Estado.
A 20 años de la entrada en vigor del TLC impulsado por su gobierno, Salinas indicó que los resultados de este acuerdo prevalecen sobre los hechos de 1994. “Fue un anticlímax que generó el levantamiento del EZLN, se volvió un anticlímax mediático y lo que hoy perdura son precisamente los resultados de esa gran reforma”, aseguró.
Le pedían “aniquilar” al EZLN
Salinas detalló que, tras el levantamiento del grupo guerrillero en Chiapas el 1 de enero de 1994 , grupos de la sociedad civil “de izquierda y de derecha” le pedían continuar con la ofensiva del Ejército mexicano hasta “aniquilar” a los zapatistas, en lugar de continuar con el diálogo.
“Ante el terrible problema de los desplazados que eso llevaba me motivó a mí como comandante supremo de las fuerzas armadas a hablar con el secretario de la Defensa que me dijo ‘ya no tenemos nosotros problema’ y entonces decidí dar por anticipado lo que generalmente se daba al final de los procesos de negociación guerrillera”, dijo.
“Hubo un conato de crisis”
Tras el asesinato de Luis Donaldo Colosio el 23 de marzo de 1994, “se desataron las pasiones para ver quién imponía al candidato relevista” a la presidencia, aseguró Salinas.
“Hubo un conato de crisis política interna y ahí fue donde arrancó un proceso de salida de capitales terrible para vaciar las reservas internacionales”, dijo.
Salinas describió a Colosio como “la esperanza del PRI (Partido Revolucionario Institucional) de tener por fin un expresidente del partido que era candidato a la presidencia de la República” y destacó su “convicción de las reformas para la modernización económica y política del país”.
“Era el candidato ideal esperado dentro del proceso reformador y dentro del propio PRI”, dijo.
Las declaraciones de Carlos Salinas ocurren en las vísperas de conmemorarse el vigésimo aniversario del asesinato de Luis Donaldo Colosio, que en su momento marcó el inicio de una crisis política y social en México. En enero pasado, el EZLN también marchó para conmemorar el 20 aniversario de su surgimiento.
Las conmemoraciones coinciden con el impulso a nuevas reformas estructurales en el país por parte del primer gobierno del PRI en más de una década, encabezado por Enrique Peña Nieto.