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"No soy de los agachones", dice 'padre Goyo' por su labor con autodefensas

El sacerdote de la catedral de Apatzingán, Gregorio López, dice que prepara un equipo de seguridad llamado 'Cristos' al que solo adoctrinará
mar 11 febrero 2014 07:08 AM

“Yo no soy de los agachones", dice Gregorio López, dedicado al sacerdocio desde 1994 y oficiante de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, en Apatzingán, desde hace dos.

El padre Goyo, como lo conocen en su comunidad, abrió las puertas de la iglesia a los grupos de autodefensa que  ingresaron a la ciudad de Apatzingán  acompañados de la Policía Federal y el Ejército el pasado fin de semana.

“Estuvimos rezando un rosario por la tarde, después los pasé a la cochera. Muy pacíficamente todo. Vino la gente, y estuvieron escuchando quejas que decían ‘a mí me robaron, a mí me hicieron esto’, y ellos estaban tomando nota, como civiles, como la voz humana de este plan federal”, dice López, de 46 años, en entrevista.

El sacerdote aclara que los líderes de las autodefensas fueron invitados "en calidad de civiles" —luego de que  fueran integrados a los Cuerpos de Defensa Rurales  por parte del Ejército—, y remarcó que, desde el acuerdo firmado entre las autodefensas y gobierno federal, los primeros están “ya con credencial”.

Hipólito Mora, uno de los voceros de las autodefensas que estuvo el sábado con el padre Goyo, dijo en entrevista que -como civiles-, estaban invitando a los habitantes de Apatzingán a que denunciaran los crímenes ante el Ministerio Público.

La entrada de las autodefensas a la ciudad, considerada bastión del grupo delictivo Los Caballeros Templarios, generó expectativa entre los habitantes de Apatzingán , dijo una empleada de un hotel ubicado a una cuadra de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y la plaza principal del lugar.

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“No sabíamos cómo iba a reaccionar el pueblo y cómo iban a reaccionar los comunitarios”, dijo la mujer de 62 años que pidió no ser identificada. “Pero como reaccionó el pueblo conjunto con los comunitarios fue yéndose al templo conjunto a rezar”.

El vocero de la Diócesis de Apatzingán, el presbítero Javier Cortés Ochoa, dijo a CNNMéxico que existe un acuerdo entre los sacerdotes para mantenerse al margen de las actividades de las autodefensas.

“Ningún sacerdote hemos tenido contacto con las autodefensas, a excepción del padre Goyo, quien es el que los recibió en la catedral (de Apatzingán), pero solamente él”, explicó el vocero.

Desde que las fuerzas federales llegaron a la región de Tierra Caliente, encabezadas por el comisionado especial del gobierno, Alfredo Castillo, ningún sacerdote se había expresado públicamente sobre la inseguridad y mucho menos había participado con los grupos de autodefensa.

“Saben que tengo chispa”

"No nací para ser un sumiso de nadie, y lo saben mis superiores”, dice, respecto al acuerdo que existe entre los sacerdotes para estar al margen de las actividades de las autodefensas.

El padre Goyo dice que no es de los "agachones", y dentro y fuera de la parroquia que encabeza —la más importante de Apatzingán—, invita a los fieles a participar en el movimiento de las autodefensas, aunque ello vaya en contra de las instrucciones de la Diócesis.

“El padre se le ocurrió hacer eso. Son ocurrencias de él, es muy ocurrente en muchas cosas. No es organizado, en la foranía (Diócesis) tenemos acuerdos. Él lo hizo a modo personal”, dijo el vocero de la Diócesis de Apatzingán, el presbítero Javier Cortés Ochoa, sobre el recibimiento de los autodefensas en la iglesia de Gregorio López. 

“Saben que tengo chispa, la que no tienen ellos juntos”, dice López respecto a sus compañeros sacerdotes. “Yo no soy de los agachones, ni los que obedecen por obedecer. Yo obedezco a la razón, cuando hay entendimiento, cuando hay justicia", añadió López, quien narra que oficia misa con chaleco antibalas por amenazas de atentado, y no duda al contar que ofrece su “asesoría” a los líderes para que el movimiento autodefensa crezca en el combate a los criminales.

‘Cristos’ contra ‘templarios’

Con la llegada de las autodefensas y las fuerzas federales al municipio, el padre Goyo dice que en Apatzingán ya es otro ambiente el que se respira y que está preparándo un grupo de seguridad con seguidores en el Consejo Ciudadano C. Cristos.

“Tengo un buen grupo de gente dispuesta, y ya con sus propias armas para formar este equipo de seguridad”, dijo sin abundar.

Pero aclara que no tomará las armas sino que solo será el asesor “en la cuestión doctrinal, de decirles por dónde”.

“En un partido de futbol, soy el director técnico, pero no tengo que decir cómo tiren el penalti. Cada quién con sus habilidades, lo tira, aquella gente con capacidad y que esté dentro de la cancha. En la banca están los niños, los ancianos, los enfermos. Esa gente la utilizo para que rece, para que haga servicio a la comunidad”, dice el padre Goyo.

Las reacciones en Apatzingán

En Apatzingán, existen otras seis parroquias, y la Diócesis está compuesta por 11 municipios que atienden a unos 550,000 fieles. En todos ellos existe  la presencia de grupos de autodefensas  que combaten al crimen organizado.

“No hay diálogo con ellos, hay atención en cuanto a sus familias, en cuanto que ellos se mantienen a sus posturas, en sus barricadas, en su vida, y casi no se acercan. Y nosotros tampoco tenemos diálogo con ellos. Ellos ya tienen sus derroteros, sus líneas de acción”, dijo el vocero Cortés.

El padre Goyo dice que en su Diócesis nunca le han prohibido hablar sobre las autodefensas. “Mientras no me critiquen, está bien”.

Pero las reprimendas públicas de sus superiores sí han ocurrido, como en enero pasado, cuando el obispo de Morelia, Alberto Suárez, dijo que debe actuar "de manera más sensata" y ayudar a la tranquilidad de la comunidad, según un reporte de medios locales.

Hasta antes de la llegada de la Policía Federal y el Ejército, denunciar las actividades del crimen exponía la vida de los habitantes de Apatzingán, dice el padre Goyo: “apenas levantabas la voz y te mataban. Era algo muy grave”.

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