El gobierno busca 'blindar' su inversión al productivo campo michoacano
Rico en producción agropecuaria, pero con una seguridad pública empobrecida, Michoacán recibirá este año una inversión de 3,500 millones de pesos del gobierno federal, el cual tiene un plan para blindar los recursos ante actos de corrupción.
Las cosechas, la producción de carne y la pesca dejaron en el último año una derrama económica de 43,000 millones de pesos (mpd) para el estado, según informes de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
La entidad ubicada al occidente de México tiene una geografía noble: regiones cálidas y montañosas, 213 kilómetros de costas, valles y una cuenca con uno de los ríos más grandes de México, El Balsas.
Tan solo en la producción de aguacate, la principal actividad del estado, la cosecha llegó a 1.19 millones de toneladas, 76,000 más respecto al año anterior, que dejó ganancias para el estado por 15,565 mdp, el 34% de toda la derrama económica.
El estado también es líder nacional en el cultivo de limón, guayaba y fresa y está entre los primeros 10 lugares en arroz, maíz y producción de ganado porcino.
Pese al incremento en la producción agropecuaria, los productores vivieron un año complicado. Parte de la región aguacatera y casi toda la citrícola de Tierra Caliente padecieron extorsiones y secuestros que significaron pérdidas considerables.
La situación de inseguridad en el campo motivó, en parte, la aparición de las autodefensas , grupos de civiles armados en contra de las actividades criminales a quienes acusaron de extorsionar también a los gobiernos municipales para obtener las inversiones federales.
¿Cómo ‘blindar’ los recursos?
El plan del gobierno federal para que los recursos federales se canalicen de forma transparente coincide con la solución planteada por los productores organizados en las autodefensas: eliminar a los intermediarios.
Anteriormente “todo se manejaba a través de las presidencias municipales, y las presidencias municipales las manejaba el crimen organizado”, señaló en entrevista el vocero de las autodefensas, Estanislao Beltrán.
El planteamiento fue respaldado por otros productores de aguacate y limón entrevistados por CNNMéxico. Uno de ellos, empacador de aguacate en Tancítaro, explicó que el “control” de las presidencias municipales provocaba el problema.
“Parte del gasto, lo que aporta la federación para el gasto de cada municipio, se lo quitaba el crimen”, indicó el hombre, que pidió no ser identificado por su seguridad.
Antonio Guzmán, quien participó en la planeación de inversión federal como delegado de Sagarpa para Michoacán de enero de 2013 al pasado 19 de febrero, dijo que este año los pagos que reciben los productores inscritos en programas federales se realizan a través de transferencias bancarias.
Mediante este mecanismo “ningún funcionario, ni estatal ni municipal, interviene”, explicó Guzmán en entrevista realizada cuando era el delegado de Sagarpa.
El gobierno federal también prometió que habría un control ciudadano de la inversión federal de 45,500 mdp , y el nuevo plan establece la creación de un Consejo Municipal para el Desarrollo Rural Sustentable, explicó Guzmán.
“Es en ese consejo donde se revisarán y se calificarán los proyectos que sean presentados de manera práctica y de manera rápida”, dijo el funcionario, quien explicó que ahí participarán, en donde participarán organizaciones de productores, autoridades ejidales, agricultores, ganaderos y pescadores.
Proyectos por 1,000 mdp
La Sagarpa informó que este año se destinarán 1,042 mdp en una “cruzada” de inversiones para 104 proyectos en 23 municipios del estado. De ellos, 600 mdp serán llevados a la Tierra Caliente, centro del conflicto armado activo.
En Apatzingán se construirá una planta de procesamiento de carne con certificación federal TIF (50 mdp); la infraestructura de las empacadoras de cítricos será modernizada (9 mdp); y se creará una planta extractora de limón (6.5 ,mdp), entre otras inversiones.
En Buenavista habrá una inversión de 52 mdp para la modernización de la industria limonera y de agave; en Chinicuila se destinarán 12 mdp para tecnificar el riego y crear una planta de enlatado de maíz; en Coahuayana habrá una procesadora de chile jalapeño (5 mdp) y habrá una modernización de la cosecha de plátano (5 mdp).
“Habrá que entrar muy directamente a la zona citrícola, fortalecerla, y también establecer plantas agroindustriales que permitan darle valor agregado a la extracción primaria, principalmente plantas extractoras de aceite de limón que tiene un precio muy aceptable en el mercado mundial”, dijo Guzmán.
Actualmente existen 53 empacadoras, pero algunas están atrasadas en su infraestructura, e incluso los productores necesitan cursos de agronomía para emplear productos agroquímicos más adecuados, dijo José Leonardo Santibáñez, de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán (ACVA).
“Necesitamos certificarlos, y necesitamos meternos a un sistema de buenas prácticas agrícolas. Porque hay productos que estamos aplicando que no deberían usarse. Ese protocolo necesitamos adaptarlo”, planteó Santibáñez como prioridad, pues dijo que los agricultores aún usan agroquímicos no recomendados por los certificados sanitarios.
Fuera de la región de Tierra Caliente, habrá una inversión de 20 mdp para cinco proyectos pesqueros, entre ellos criaderos artificiales en Aquila.
59 programas, ¿difícil acceso?
Además de los proyectos de inversión, el gobierno federal dispone de 59 programas sociales productivos para el campo —12 de los cuales comenzaron en la administración federal actual— para lograr los objetivos de este año.
La mayoría consistente en subsidios para la compra de semillas, gasolina, energía eléctrica, agroquímicos, fertilizantes, cemento, tuberías, y también hay programas para la atención veterinaria de animales de cría y seguros para la protección de cultivos ante desastres naturales.
Estanislao Beltrán, quien dijo que tiene unas 70 hectáreas de limón y cría ganado bovino, dijo que las reglas de operación de estos programas en ocasiones complican el acceso a los recursos por sus requisitos y trámites.
“Para comprar un tractor que hay que presentar un proyecto para producir más de 500,000 pesos”, puso como ejemplo el vocero de las autodefensas, por lo que en ocasiones los pequeños productores, que tienen capacidad reducida, quedan excluidos, explicó.
Guzmán explicó que la Sagarpa cuenta con 58 oficinas para recibir las solicitudes, pero además dijo que este año se pondrán en operación cinco “ventanillas móviles” para dar facilidad de acceso a los programas federales.
¿Por qué invertir más?
Pese a que el campo michoacano es uno de los más productivos del país, Guzmán dice que este año el gobierno espera “darle un valor agregado a los productos que se siembran y con ello se mejoren las condiciones de comercialización, se generen más empleos y se dinamice la economía”.
“Se requiere tecnificar el riego en parcelas, para eficientar y aumentar la producción, así como tener un ahorro del 50% de agua”, mencionó el funcionario como las prioridades de este año.
Desde la región productora de limón de Tierra Caliente, los productores piden priorizar los recursos, de forma transparente, hacia la generación de empleos, indicó el vocero de la ACVA.
“Que se apoye a gente que genere empleos, y otra, que no haya sido beneficiada en años anteriores. Porque si no, volvemos a caer en lo mismo”, dijo Santibáñez, quien pide que sea transparente la canalización de recursos hacia todos los productores.
Considera que no solo se requiere de más seguridad, como la que el gobierno federal desplegó desde el 13 de enero en 27 municipios, sino también invertir en el resto de las actividades productivas, fomentar el consumo, pero sobre todo invertir en educación.
“La clave también está en concientizar a la gente, que hay otras alternativas y no nada más las no recomendables. Es una cuestión de cultura. Están muy acostumbrados aquí en el Valle (de Apatzingán) a no irnos por el camino más correcto. Entonces ahí es donde tenemos que atacar, en la niñez, en las escuelas, incrementar valores”, dijo Santibáñez.