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Secuestrado en México: la historia de un estadounidense que sobrevivió

Shane Andersen cuenta cómo fue secuestrado cerca de Monterrey durante 36 horas y lo que hizo para lograr que no lo mataran
sáb 08 marzo 2014 08:07 PM
Shane Andersen secuestrado Mexico
Shane Andersen secuestrado Mexico Shane Andersen secuestrado Mexico

Cuando vio a tres hombres encapuchados con pistolas corriendo hacia él y su amigo durante un viaje de pesca, en Monterrey, al norte de México, Shane Andersen supo exactamente qué estaba pasando.

"Estaba a punto de ser secuestrado", dice.

Cuando recuerda ese día, Andersen admite "éramos blancos fáciles".

Había aceptado la oferta de un compañero de trabajo de ir a pescar a un rancho familiar cerca de Monterrey. El área es un lugar recreativo para locales adinerados.

Antes de que pudiera reaccionar fue lanzado a una camioneta pick up y encañonado con pistola por “tres niños“.

Una persona les exigió que entregaran sus celulares y le apuntaron con una AR15, dijo Andersen. Los cómplices armados lo siguieron de cerca. 

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Los secuestradores pedían 20,000 dólares (unos 260,000 pesos) por su rescate.

Un antiguo refugio seguro

En 2005, Monterrey era catalogada como la ciudad más segura en América Latina por una firma consultora global. Históricamente considerada como un bastión financiero, en 2010 esta ciudad del norte de México se convirtió en víctima de la falta de aplicación de leyes y la violencia que se expandía a todo el país. Pronto, algunas partes de la tercera ciudad más grande en México se convirtieron en escenario de batallas entre cárteles del narcotráfico con ataques de granadas, balaceras y secuestros que aparecían en las primeras páginas de los periódicos.

En agosto de 2012, un hombre mató a nueve personas en el bar Matehuala, un conocido lugar para beber y encontrar bailarinas desnudas. Tan solo un mes antes, en julio de 2012, supuestamente un cártel atacó las oficinas del periódico El Norte. Incluso los pueblos alguna vez seguros se convirtieron en pueblos fantasma como Pesquería, una comunidad tradicionalmente agricultora y ganadera de unas 20,000 personas, ahora casi abandonada por la actividad de los cárteles de las drogas.

Andersen leyó los titulares antes de mudarse a Monterrey, pero eso no lo detuvo de cambiarse a una ciudad, que dijo, lo entrenaría para ser un exitoso empresario.

“Mi plan era abrir una cadena de pizzerías en América Latina. Simplemente amo la cultura latina, siempre lo he hecho“, dijo.

En lugar de preocuparse por la violencia que potencialmente podría encontrar, practicó formas en las que estar preparado si algo pasara.

Cuando lo impensable pasó, un año y medio después de que se mudó a Monterrey, Andersen puso en práctica lo que preparó.

“Tenía tanto miedo de ser secuestrado que pensé en todo lo que haría si fuera secuestrado", dijo. “Tengo una maestría en Geografía y llevaba el registro de dónde estábamos, usando el sol. Regresamos al lugar de donde eran. Había pequeños grupos de vecinos. Era un área agricultora llena de personas iguales a las que me había secuestrado“.

De hecho los locales parecían acostumbrados a ver victimas de secuestro. "La gente me vio, supo lo que estaba pasando y no dijo nada. Y los hombres del cártel tampoco escondían su identidad. Nos mostraban como un trofeo, como un venado (cazado)", dijo Andersen.

Según el Observatorio Nacional Ciudadano, una organización que lleva el registro de la violencia en el país, más de 1,300 personas fueron secuestradas en 2012.

México fue enlistado como el país con más reportes de secuestros por rescate en 2013, según Control Risks, un grupo internacional de consultoría.

De hecho, México tuvo más secuestros que Afganistán, Colombia o Iraq.

Tu amigo te costó la vida

Miembros del cártel del Golfo fueron quienes secuestraron a Andersen, según lo que le dijo la policía.

El compañero de trabajo de Andersen se encontraba también en la pick up roja, acostado. Uno de sus secuestradores le dijo en español: “Te prometo que si nos das el dinero no te mataremos“ y le pasó un teléfono para que se comunicara con su jefe mientras le apuntaba con un arma en la cabeza.

Al principio, el jefe de Andersen pensó que estaba bromeando, pero eso desapareció cuando los secuestradores empezaron a maldecir en el teléfono. Andersen y su compañero llegaron a un acuerdo por separado para darles su caro automóvil a cambio de su liberación. Fue en la misión para recuperar el auto donde el compañero de Andersen se escapó de los secuestradores.

“Tu amigo te acaba de costar la vida“, le dijo uno de los secuestradores. Después los captores debatieron si matarlo o pedir un rescate.

"Muchos estadounidenses creen que cuando visitan México por vacaciones o pasan tiempo trabajando allí, son inmunes a la violencia relacionada con la droga porque no tienen nada que ver con eso. Lo cierto es que los cárteles de la droga y las pandillas en México dejaron de preocuparse hace mucho tiempo acerca de mantenerse alejados de los estadounidenses o personas inocentes, en general", dijo el analista guerra contra las drogas Sylvia Longmire a CNN.

A la mitad de sus 36 horas de cautiverio, Andersen conoció a un hombre joven a quien llamaremos Alberto. “Comencé a confiar en él. Hablamos de Xbox y videojuegos, le pregunté sobre deportes y futbol“.

Andersen está convencido de que las peticiones de Alberto lo mantuvieron con vida mientras las negociaciones de rescate estaban en curso. El jefe de Andersen dio un pequeño rescate de 80,000 pesos en un lugar alejado de la ciudad, pero los secuestradores querían más. Andersen dijo que está convencido de que lo hubieran matado si no hubiese ofrecido el anillo de bodas de su esposa, valuado en más de 70,000 pesos.

Los secuestradores acordaron que el anillo fuese entregado en un lugar neutral y lo liberaron a la mitad de la nada para que pudiera regresar a casa.

Andersen dice que Alberto fue quien lo guió hacia un pueblo para que pudiera tomar un taxi de regreso a su casa. 

Después de 36 horas, Andersen estaba frente a la puerta de la casa de su amigo tocando el timbre como un hombre libre. 

Dos meses después recibió una llamada de la unidad antisecuestros de México alertándolo sobre una historia que podría interesarle. 

"Una mujer de 25 años de edad había sido secuestrado a plena luz del día, mientras caminaba junto a su esposo", dijo Andersen, quien ahora vive de nuevo en Estados Unidos. "Estuvo secuestrada varios días antes de que las autoridades mexicanas la liberaran. Mataron a los cuatro secuestradores y rescataron a la mujer".

Los investigadores le dijeron que tres de los cuatro muertos estuvieron involucrados en su secuestro“.

“Fueron asesinados en la misma tierra polvosa en la que me mantuvieron cautivo", dijo a CNN.

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