El auditorio 'Che' Guevara genera una 'batalla' verbal en la UNAM
Unos 200 universitarios debatieron este jueves en el auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en el Distrito Federal, cuál debe ser el futuro de ese espacio.
La pregunta estaba en el aire: quién y cómo se debe administrar el auditorio que desde hace 14 años – cuando termino la huelga de 1999 – ha sido utilizado y ocupado por diversos grupos y colectivos.
Durante una jornada de más de cuatro horas, se escucharon las propuestas de 22 oradores de los distintos colegios y licenciaturas de la Facultad.
El resolutivo sobre incluir o no el rechazo de los universitarios a los hechos violentos ocurridos el 3 de marzo pasado, cuando un grupo de encapuchados golpeó y desalojó del auditorio a quienes lo controlaban, calentó la discusión hasta ese momento ordenada y tranquila.
La mitad de los presentes apoyaba hacer una mención especial rechazando el desalojo violento, además de acusar a la Rectoría y al Estado mexicano por esos hechos.
Otros pedían que solo se “condenara cualquier forma de violencia para dirimir conflictos entre grupos”.
Entre gritos de “no hay consenso”, “eso no está a discusión”, “el culpable de la violencia es el Estado”, los universitarios tardaron más de una hora en acordar que sí se haría una mención a los hechos del 3 de marzo.
“Ya vótalo, ya vótalo”, gritaron algunos asistentes, ya cansados, quienes al ver que no se lograban acuerdos sacaron sus tabletas para jugar Candy Crush, o hacían malabares con pinos.
Cada que un estudiante pedía la palabra para entrar a la discusión, otros hacían caras de disgusto, y si el que hablaba se extendía en su comentario era callado por los otros con gritos de "tiempo, tiempo".
“Arrebatar la palabra también es violencia compañeros”, se escuchó entre el griterío que calló para aplaudir la intervención.
El 'Che' Guevara, un espacio de la UNAM de difícil acceso
En fast track y solo gritando “sí” la asamblea aprobó por consenso que el recinto no se entregará a las autoridades universitarias para que lo administren.
También acordaron que en el auditorio no participen autoridades universitarias o partidos políticos, además de que se regrese el mobiliario retirado tras la huelga de 1999.
El Che Guevara conserva intacto su telón de terciopelo vino, pero sus paredes recubiertas de madera están rayadas y sucias. Luego de la entrada de la entonces Policía Federal Preventiva (PFP) tras el paro universitario, se retiraron las butacas, se desmanteló el sistema eléctrico y se desmontó el sistema de proyectores.
Más de una década después los estudiantes denunciaron una presunta “embestida” por parte de la Rectoría para volver a "violar la autonomía universitaria con la entrada de policías para tomar el Che Guevara", denunció un estudiante de Filosofía.
A él se sumaron alumnos de Economía y Medicina quienes explicaron que la Rectoría ha enviado un documento a los consejos técnicos de las distintas facultades para recabar apoyo a través de firmas para recuperar el Che Guevara, "aunque sea por la fuerza".
"La mayoría de los consejos técnicos lo están aprobando, no se discute también los mandan por mail para que los regresen con nombre y número de cuenta", dijo a la asamblea un estudiante de Medicina.
“Nunca he entrado, me daba miedo”
Ana, del Colegio de Letras Hispánicas, asistió a la asamblea de este jueves "para conocer el auditorio” conocido como Che Guevara, pues su nombre oficial es Justo Sierra.
“Llevo dos años y medio aquí y nunca he entrado, me daba miedo", confiesa, pues a decir de la estudiante quienes han habitado el Che "no son muy amigables".
"Quiero saber qué va a pasar con el auditorio y quién lo va a poder usar", agregó.
Estudiantes, profesores y trabajadores se han enterado de lo que pasa con el auditorio de la Facultad a través de comunicados que pegan colectivos en puertas y ventanas.
Con la asamblea de este jueves los estudiantes de Filosofía y Letras buscaban acordar una nueva forma de administración del auditorio en la que “todos” participaran.
En los puntos en los que sí hubo acuerdo fue en no permitir el consumo de drogas o alcohol en sus instalaciones, no lucrar con el espacio y no utilizarlo como dormitorio, excepto si “llegan visitantes” o “caravanas” que necesiten alojamiento.
Los estudiantes no lograron acordar si se formaría un nuevo organismo para su administración o si se haría de forma tripartita entre autoridades, estudiantes y trabajadores.
Unos pedían cortar el diálogo con las autoridades “porque en 14 años los colectivos han podido mantenerlo y administrarlo”; otros pedían retomarlo y presentar programas específicos para transparentar la manera en que lo gestionarían colectivos y estudiantes.
Cuando la asamblea parecía continuar sin más sobresaltos, desde la mesa uno de los cuatro jóvenes le gritó a otro que estaba en el fondo del auditorio una de las reglas de oro para entrar al Che Guevara: "compañero no puedes estar tomando fotos”.
El regaño provocó rechiflas y gritos de "que la borre, que la borre". Nervioso, el joven rápidamente guardó el celular en su saco.