El operativo que tomó por sorpresa a 'Kike' Plancarte y a Colón, Querétaro

El operativo implementado por las fuerzas federales para capturar a Enrique Kike Plancarte Solís tomó por sorpresa a este líder de Los Caballeros Templarios y también a los pobladores de Colón, Querétaro, el municipio en el que se llevó a cabo.

Alrededor de las 19:00 horas de este lunes, Plancarte Solís caminaba por una calle del poblado de cerca de 51,000 habitantes, cuando elementos de la Secretaría de Marina (Semar) lo reconocieron y le pidieron que se entregara, pero él respondió con disparos, cayó herido en el lugar y después murió cuando iba a ser trasladado a un hospital, informó Monte Alejandro Rubido , titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).

Las fuerzas federales habían llegado al menos 31 horas antes a Colón, donde presumían que podía encontrarse uno de los máximos líderes templarios, por quien la Procuraduría General de la República (PGR) ofrecía una recompensa de 10 millones de pesos.

“El domingo a mediodía llegaron los helicópteros, estábamos en plena eucaristía; entonces mandé a preguntar a los militares que si necesitaban algo, que si querían que hiciéramos algo, pues que estábamos dispuestos, para no poner en riesgo la seguridad de nadie”, detalló a CNNMéxico Mario González, sacerdote encargado de la Parroquia de San Francisco de Asís, uno de los primeros lugares en el centro de Colón donde los elementos castrenses buscaron a Plancarte Solís.

“Entraron cuatro militares a revisar la iglesia, que es pequeña, no es muy grande, revisaron también entre los presentes y se fueron... Luego siguió el operativo por todo el pueblo”, añadió González, quien también explicó que la única seña que dieron los militares sobre la persona buscada era que “vestía pantalones grises y que estaba descalzo”.

“Después, en el pueblo se oyó que lo abatieron, es lo que dicen... Pero de hecho no se escucharon ni las detonaciones”, dijo el sacerdote.

A las autoridades municipales también las tomó por sorpresa el operativo federal.

“Nosotros teníamos muy poca información, todo el operativo lo concentró la Marina, nosotros nos limitamos a darles el mapa del municipio, orientación de accesos y a proporcionarles un lugar para que pernoctaran”, explicó Alejandro Arteaga Cabrera, el presidente municipal de Colón.

“Hubo sorpresa pero no pánico; fue sorpresivo por ver a tanto militar”, añadió un funcionario municipal que solicitó a CNNMéxico no ser nombrado, pues no tiene autorización para hablar sobre el tema.

Aunque reconocen que sí se habían percatado de la llegada en semanas recientes de algunas personas originarias de Michoacán, esto no llamó la atención de los habitantes de este municipio que se localiza a 59 kilómetros de la capital queretana.

“El hecho de que lleguen michoacanos a las agroindustrias no es raro; entonces, sí, llegaron michoacanos, pero no se le hizo raro a nadie que llegaran a rentar una casa... (Si había templarios) tuvieron una discreción tremenda al grado de que nadie se dio cuenta de nada”, mencionó el sacerdote Mario González.

El alcalde, militante del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), aseguró que no tenían ningún reporte previo al operativo federal de personas armadas en el municipio.

“Yo considero que es precisamente por ser tranquilo es que lo pudo haber escogido (Enrique Kike Plancarte), por ser un municipio seguro; si tuviéramos problemas de seguridad, habría más vigilancia y no nos hubieran elegido para establecerse”, detalló el alcalde Arteaga Cabrera.

“No habíamos notado nada, la verdad es que es un municipio muy tranquilo”, coincidió el otro funcionario del ayuntamiento.

Para este alcalde priista, la muerte de Enrique Kike Plancarte es “el evento más extraño en la historia de este municipio”, pues asegura, sus problemas de seguridad suelen limitarse a “riñas entre personas que se les pasaron las copas”. El edil ni siquiera recuerda cuándo se había registrado otro asesinato en este municipio.

Desde la implementación en enero pasado de la estrategia del gobierno federal para combatir la violencia y la inseguridad en Michoacán, Los Caballeros Templarios, un grupo delictivo que opera en esta entidad, algunos de sus principales líderes han sido abatidos o detenidos: el 9 de marzo, Nazario el Chayo Moreno , uno de los fundadores del grupo criminal, murió en un enfrentamiento con fuerzas federales, y el 27 de enero pasado Dionicio Loya Plancarte, El Tío Nicho , otro de sus líderes, fue capturado.

Tras estas muertes y esta captura, Servando Gómez Martínez, la Tuta, queda como uno de los principales líderes de la organización. La PGR ofrece una recompensa de 30 millones de pesos por información que lleve a su captura.