4 factores que frenan el combate al secuestro en México, según expertos
El número de secuestros en México ha crecido desde hace cuatro años, según las cifras oficiales, a pesar de las medidas y las reformas adoptadas para combatirlo.
¿Qué está frenando el combate a este delito? Especialistas señalan como obstáculos la falta de capacitación de las policías, las estrategias legales de los acusados, las fallas en el aislamiento a los secuestradores sentenciados y la corrupción de autoridades.
De 2009 a 2013, mientras el Congreso elevó las penas para los secuestradores y se obligó a los estados a formar unidades antisecuestro, la cifra de casos aumentó en alrededor 20% y la tendencia se ha mantenido durante los primeros meses de 2014, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
El Senado aprobó este lunes una nueva reforma para imponer sentencias de hasta 140 años de prisión para un secuestrador , una decisión que se suma a la estrategia de combate a este delito que el gobierno de Enrique Peña Nieto lanzó a finales de enero pasado.
Para algunos especialistas, sin embargo, esas medidas son sólo una parte de la solución y no tendrán los resultados deseados si no se corrigen fallas de los sistemas de seguridad y justicia que se detallan a continuación.
1) Impunidad y falta de capacitación
En México, si cometes algún delito "la regla general es que no pasa nada", pues se estima que el 97% de los ilícitos queda sin castigo, dice el abogado Julio Hernández Barros.
Imponer una pena de cárcel a un delincuente es un disuasivo para que no vuelva a delinquir, señala este académico de la Universidad Iberoamericana, pero si hay impunidad "es una forma de alentar la propia delincuencia".
Otro factor que obstaculiza castigar a los delincuentes es la falta de capacitación de las autoridades judiciales para investigar y fundamentar las averiguaciones que lleven a los acusados a la cárcel, coinciden Hernández y Edna Jaime, titular de la organización México Evalúa.
"Lo que delata es una pobre capacidad de nuestras procuradurías y de nuestras policías para llevarlas a buen puerto (las investigaciones), no tenemos las capacidades para armar buenos casos y poder consignar criminales. Es un indicador de la debilidad de nuestras instituciones", asegura Edna Jaime.
La especialista agrega que, por un lado, el Ministerio Público no fundamenta bien sus investigaciones y, por el otro, los jueces abusan en el otorgamiento de amparos para "muchas veces quitarse de encima asuntos para no resolverlos de fondo".
2) Recursos legales "tramposos" y jueces infiltrados
Algunos secuestradores recurren a estrategias legales para poder salir de prisión, incluso ayudados por los mismos jueces, dicen los especialistas.
"Lo he visto, horas y horas de inteligencia y empeño de las autoridades para capturar una banda y que, finalmente, a punto de estar sentenciados, salen por la tentación de llevar las cosas en sus puntos y comas", dijo en enero Alejandro Martí, presidente de la organización México SOS, durante la presentación de la nueva coordinación antisecuestro.
Durante su gobierno, el entonces presidente Felipe Calderón (2006-2012) también criticó fallos judiciales contra presuntos delincuentes.
"No es que yo la traiga contra los jueces. Pero ya también empieza uno a cansarse, mano. Uno los agarra y los agarra y los agarra y los agarra (a los delincuentes), y los sacan y los sacan y los sacan", dijo en 2011, a lo que el Poder Judicial respondió que si tenía pruebas de que había jueces corruptos, las diera a conocer.
"Delincuentes como los secuestradores que pueden contar con muchos recursos económicos son los más susceptibles de corromper al personal de las procuradurías. El problema no se acaba por esta incompetencia en hacer buenas investigaciones y porque muchos de ellos salen indebidamente por la vía de la corrupción", asegura la investigadora Elena Azaola, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
En octubre de 2013, el Consejo de la Judicatura de Jalisco cesó a dos jueces, uno por liberar a dos personas acusadas de secuestro y otro por ordenar la liberación de un grupo de personas acusadas de delincuencia organizada sin tener argumentos válidos.
Un año antes, el Tribunal Superior de Justicia del Estado de México cesó a tres jueces por actos indebidos en su ejercicio e irregularidades en la aplicación de la ley.
Según datos de la Policía Federal, entre septiembre de 2010 y julio de 2011 la corporación logró la desarticulación de 56 grupos de secuestradores y se detuvo a 399 presuntos integrantes.
3) Fallas en el control de los reos y su comunicación
El secuestro es un fenómeno multifactorial vinculado con otros delitos, uno de ellos la extorsión telefónica, dijo el nuevo coordinador antisecuestro, Renato Sales, al tomar el cargo en enero pasado.
La incidencia de las extorsiones en el país, por otra parte, aumentó en 11% de 2012 a 2013, según los datos del SNSP. Entre enero y noviembre de 2013 se registraron 7,441 casos, cuando en el mismo periodo del año anterior fueron 6,696.
El 75% de las extorsiones que se realizan en el país es cometido desde los penales, según datos del gobierno federal.
"En los penales no tendría por qué haber teléfonos celulares, ni teléfonos sin el control de la autoridad, pues muchos secuestros se ejecutan desde los penales, esto nadie lo desconoce", dice Julio Hernández Barros, académico de la Ibero.
Una de las medidas que ha tomado el gobierno federal para terminar con este delito es colocar sistemas para bloquear la señal de teléfonos móviles. Durante 2013 se colocaron estos sistemas en los centros federales de Readaptación Social 9, en Ciudad Juárez, Chihuahua, y 10, en Monclova, Coahuila, según datos de la Secretaría de Gobernación.
También en 56 reclusorios de 26 estados y el Distrito Federal se colocaron estos sistemas durante ese año, lo que representa el 13.3% del total de penales federales y estatales del país.
"Una buena estrategia antisecuestro, antiextorsión, debe empezar por los penales en este país. Hay muchos penales donde hay autogobierno o están controlados por grupos criminales y eso explica que desde ahí se cometan esos delitos", dice la directora de México Evalúa.
4) Corrupción de las autoridades
La infiltración y corrupción de las autoridades con los criminales es otro factor que evita el combate al secuestro.
"Esto hace que no se pueda perseguir al delincuente porque la propia autoridad tiene interés en que no se le detenga porque es una fuente de ingresos, entonces les dan protección", dice Hernández Barros.
Esta colusión llega al extremo de que autoridades cometan delitos al lado de criminales. Este mes, el alcalde de Cuetzala del Progreso, Feliciano Álvarez Mesino, fue detenido por el gobierno federal por presuntamente participar en 15 secuestros cometidos por un grupo delictivo .
La corrupción sigue aun cuando los criminales son sentenciados y encarcelados, pues los mismos custodios reciben dinero de los delincuentes y los protegen debido a sus bajos sueldos, explica Azaola, especialista en delincuencia e instituciones penitenciarias.
"No existe un verdadero servicio profesional de los empleados de los penales, no hay un verdadero sistema penitenciario, con normas, con procedimientos, con escalafón, que ofrezca un trabajo digno", concluye.