La derrota de Cordero, un golpe (no mortal) al 'calderonismo' en el PAN
La derrota de Ernesto Cordero frente a Gustavo Madero en la elección de dirigente del opositor Partido Acción Nacional (PAN) representa un golpe al grupo cercano al expresidente Felipe Calderón, coinciden analistas. Sin embargo, consideran que no se trata de un revés "mortal" y que los llamados calderonistas conservan posiciones que podrían ayudarles a reponerse del tropiezo.
Un ejemplo de la fuerza que mantienen los panistas afines a Calderón está en el Senado, donde ocupan 25 de los 38 asientos de la bancada, señaló el politólogo Gustavo López Montiel, del Tecnológico de Monterrey (ITESM).
Esas posiciones en la Cámara alta permiten al grupo cercano a Calderón impulsar leyes, negociar con el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y obtener atención pública, agregó López Montiel.
"No es una derrota mortal. A final de cuentas, eventualmente se pueden recuperar", dijo el académico.
El grupo afín a Calderón se integra por principalmente por exfuncionarios de su gobierno, como el propio Cordero, exsecretario de Desarrollo Social y de Hacienda y actualmente senador con licencia, los senadores en activo Roberto Gil Zuarth y Javier Lozano, y el diputado federal Max Cortázar, vocero gubernamental durante la mayor parte de su gestión (2006-2012).
La mayoría de ellos empezó a colaborar con Calderón desde antes de que éste iniciara formalmente su búsqueda de la candidatura presidencial pansita en 2005.
Este bloque ha tenido diferencias con Madero desde que el PAN perdió la presidencia en las elecciones de 2012, y antes, ambos compitieron por la dirigencia del partido.
Esa contienda ocurrió en diciembre de 2010, cuando Madero compitió por el cargo por primera vez y superó a Gil Zuarth. Los dos anteriores líderes panistas, Germán Martínez y César Nava, habían sido militantes afines a Calderón y llegado al puesto como candidatos únicos, con apoyo del entonces mandatario.
Débil... pero no noqueado
El politólogo Víctor Reynoso, de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), coincidió en que si bien la caída de Cordero frente a Gustavo Madero es un descalabro "importante", no deja a los calderonistas sin capacidad de recuperarse.
"(El grupo) queda debilitado pero no perdió por nocaut", dijo Reynoso, autor del libro Para entender el Partido Acción Nacional (Nostra Ediciones, 2008).
Cordero consiguió el 43.24% de los votos de la militancia panista, 13 puntos menos que Madero, quien obtuvo el 56.67%, según los datos preliminares de la comisión organizadora de la elección del domingo pasado.
Para Reynoso, el que no haya existido una diferencia más abultada entre ambos contendientes permite a Cordero —uno de los políticos más cercanos a Calderón— negociar con Madero posiciones en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) o candidaturas en las elecciones federales y locales de 2015, a cambio mantener la unidad en el PAN.
El próximo año, en México se renovarán los 500 asientos de la Cámara de Diputados y habrá votaciones en 17 entidades para elegir cientos de cargos, entre ellos nueve gobiernos estatales.
"El riesgo de ruptura no se ve cercano. (…) Por las declaraciones de ayer y de hoy (domingo y lunes), hay una negociación. Algo van a quedarse los calderonistas, los corderistas. Supongo que ya hay un acuerdo entre ellos y Madero", dijo Reynoso.
La noche del domingo, luego de que la comisión organizadora anunciara los resultados, Cordero aceptó su derrota e informó que no impugnará la elección ante los tribunales.
Además, abogó por mantener la unidad del partido, un mensaje en el que coincidió Madero en su discurso de victoria, después de que durante meses ambos aspirantes intercambiaron críticas y acusaciones por sus relaciones con el PRI, presuntas irregularidades en el uso de recursos públicos y sus respectivas carreras.
La negociación de posiciones
Consultado sobre el tema, el diputado federal Fernando Rodríguez Doval, cercano a Cordero, rechazó que el PAN esté dividido en fracciones afines y contrarias al expresidente Calderón, aunque consideró que los resultados de los comicios obligan a Madero a abrir espacios a todas las corrientes panistas.
"Lo que queda de manifiesto el día de ayer (domingo) es que cada uno de los dos (aspirantes) obtuvo prácticamente la mitad de los votos. (…) Los órganos de deliberación, los órganos de gobierno del partido deben reflejar esa pluralidad", dijo el legislador en entrevista realizada por CNNMéxico este lunes.
"Toda expresión tiene que ser incluida para garantizar condiciones de unidad", agregó.
El propio Madero señaló el lunes que su proyecto buscará retomar "lo mejor" de los distintos grupos en el PAN y, por lo tanto, ideas de los panistas cercanos a Calderón.
"Más que contra alguien, contra Felipe Calderón, yo no lo veo así, es (un proyecto) a favor de una nueva etapa en la que todos estamos incluidos", dijo en entrevista con Milenio TV.
Antes de ser presidente de México, Calderón fue dirigente del PAN, diputado federal y secretario de Energía. A finales de 2005 ganó la candidatura presidencial panista en una elección interna en la que venció a Santiago Creel, exsecretario de Gobernación que era apoyado por el entonces presidente Vicente Fox y quien ahora forma parte del equipo de Madero.
Cuando dejó la presidencia, el exmandatario se mudó a Estados Unidos y en sus viajes a México ha tenido pocas apariciones públicas.
Tampoco suele comentar los asuntos del PAN, salvo cuando en mayo de 2013, al referirse a la polémica entre Cordero y Madero porque éste destituyó al senador como líder de bancada, escribió en su cuenta de Twitter: "Vieja regla del PAN: los asuntos internos se ventilan internamente. Cuando los presidentes la preservábamos el partido avanzó notablemente".
Después de los comicios del domingo, el expresidente no ha emitido ningún pronunciamiento sobre el tema.