Filux, un espacio de luz "a toda madre" para la Ciudad de México

Una "máquina de sueños" que explora los límites de la física al proyectar imágenes sobre edificios emblemáticos, llamada Filux, está activa en la Ciudad de México.

La gente evita las palabras rimbombantes y explica su experiencia al observar los productos de esa máquina con tan solo tres palabras: "a toda madre".

Y es que este año es la segunda ocasión que el Festival Internacional de las Luces se presenta en la Ciudad de México, en donde el punto de partida es la luz como transformadora del espacio, del muralismo y la deconstrucción del cine.

Aunque para las miles de personas que transitan por el Centro Histórico también es una oportunidad para tomarse una selfie.

Aun cuando amenaza la lluvia, la gente se sienta en la explanada del Zócalo para ver volar unos globos monumentales que “parecen espermas o dragones del Clash of Clans”, dicen unos jóvenes que graban el vuelo de los tres “ajolotes” rosas, como le parece a otro chico.               

"¿Quién dijo que no hay planes para salir de noche con tu date sin gastar más que para comprar unos esquites?”, dijo Tania, una de las voluntarias, que invitó a considerar el recorrido como una opción romántica para aquellas parejas que buscan una alternativa económica o incluso para aquellos que se conocen por Tinder. “Y luego pues a donde el cuerpo los lleve”, dijo entre bromas.

Señores, señoras, niños, ancianos y hasta predicadores toman una ruta sugerida por los organizadores para captar los mejores momentos de luces del Festival.

Caminan atrás del Zócalo para formarse en una fila de un centenar de personas que esperan ver dos muestras de luces en el Palacio de la Autonomía.

El recorrido, que inició alrededor de las 20:00 horas de este jueves, siguió su curso por las calles de República de Guatemala, Justo Sierra y San Ildefonso.

“Vamos a ver hasta dónde alcanzamos a llegar. Creo que tendremos que venir mañana para ver todo”, dijo José Luis, un hombre de bigotes estilo Dalí, quien se enteró por redes sociales del evento y dijo que aprovechará para invitar a su mamá por el 10 de mayo.

"Yo vine a Garibaldi, pero no hay 'mucho' fiesta hoy”, dijo en español un turista de Quebec, Canadá, Riley, que no sabía del Festival, pero luego de ver el espectáculo audiovisual de Bellas Artes prometió recorrerlo este jueves y dejar para viernes y sábado la diversión en los bares del centro.     

Los sonidos y colores provocaron distintas sensaciones. "Es como una experiencia sinestésica", dijo una persona de unos 20 años.

Un profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que se sentó a ver un material audiovisual en el Museo Interactivo de Economía (MIDE) dijo que esperaba una secuencia más larga, pero que daba mucho para reflexionar.

"Luz es lo que le falta a la Ciudad de México, y el arte es un camino, porque en la oscuridad también brillan las ideas", compartió. 

La amenaza de lluvia se cumplió tan pronto terminó "Bordos", una proyección mappig en 3D con la que el artista húngaro Laszlo Zsolt Bordos causó impresión, y que muchos buscaron captar con su teléfono. 

Aunque para el señor José, que venía de terminar su jornada laboral de 11 horas, no se necesita ver el espectáculo a través de un teléfono, sino vivirlo.

"Está a toda madre esto, uno está harto del tráfico, del metro, de la chamba… y pues con esto uno se olvida aunque sea por un rato que vivimos en una ciudad muy cabrona".