Zunduri, la mujer de 22 años, que vivió esclavizada por dos años en una planchaduría del DF pidió este viernes que las autoridades y la sociedad en México luchen por erradicar este delito.
La joven aseguró que después de recibir ayuda psicológica “se ha trazado la meta de comenzar una nueva vida y unirse al combate contra la llamada esclavitud del siglo XXI”, de acuerdo con un comunicado del gobierno del Estado de México.
Este viernes, Zunduri recibió las llaves de una casa amueblada que le entregó, el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas.
“Le ofrecimos que íbamos a conseguir una vivienda digna para que pueda construir su propia historia de éxito, en libertad, con felicidad, preparándose, trabajando y hoy estamos cumpliendo”, dijo Ávila.
El pasado 27 de abril se dio a conocer la historia de Zunduri, quien solicitó trabajo en una planchaduría ubicada en el DF, donde fue encadenada por sus jefes y para que no dejara de laborar la golpeaban hasta que sangraba. Así la mantuvieron durante dos años, hasta que logró escapar y pedir ayuda.
En su declaración la joven señaló que le daban de comer muy poco una vez al día, por lo que masticaba el plástico con el que cubría las prendas de vestir que planchaba, y lo comía para mitigar su hambre.
La presidenta de la Comisión Unidos contra la Trata de Personas, Rosi Orozco, quien acogió a la joven desde que obtuvo su libertad, dijo el viernes que el apoyo de las autoridades es fundamental para que las víctimas de trata puedan retomar una vida digna.