La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos representa un desafío para el gobierno mexicano, según lo han reconocido autoridades de alto nivel. Uno de los retos que implica la nueva administración estadounidense consiste en encarar los efectos de una política migratoria que se perfila hostil, pues Trump ha prometido expulsar a millones de migrantes indocumentados, buscar formas para retener las remesas que envían a sus países de origen y evitar que más gente entre a su territorio.
Ante este escenario, luego del triunfo de Trump en noviembre pasado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) anunció 11 acciones para responder a las amenazas del político republicano en esta materia, la principal de las cuales es fortalecer la protección a los connacionales frente a posibles deportaciones, abusos u otras irregularidades.
nullEstas medidas están a cargo de la red consular de México en Estados Unidos, un grupo de
quienes admiten que enfrentan una tarea titánica, más aún cuando cuentan con escasos recursos para atender a un sector conformado por alrededor de 36 millones de mexicanos.Conoce más acerca de cada uno de estos diplomáticos en
De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), para 2017 las actividades consulares tienen asignados 546 millones de pesos, lo que se traduce en un gasto diario menor a 1.5 millones de pesos.
Frente a la situación, y mientras se discuten diferentes propupuestas para dotar de más dinero a los consulados —por ejemplo,
—, los cónsules aseguran que buscarán ser creativos para maximizar el impacto de sus actividades en beneficio de los mexicanos en el exterior.La mayoría pertenece al Servicio Exterior Mexicano y otros fueron nombrados por razones políticas, pero todos ellos tienen un gran desafío en común: que en los próximos meses e incluso años tendrán que lidiar con el efecto Trump.