La tarde del pasado 19 de enero, Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, acaparó los reflectores una vez más. En esta ocasión no fue por otra fuga o por una nueva persecución en su contra por las alcantarillas de su natal Sinaloa, sino por la noticia de su extradición a Estados Unidos para ser juzgado por al menos 17 cargos.
El presunto narcotraficante —considerado uno de los capos más poderosos del mundo— se convirtió así en la persona 1,131 en ser extraditada por México a otro país a lo largo de los tres últimos sexenios, de acuerdo con cifras que la Procuraduría General de la República (PGR) entregó a Expansión en respuesta a una solicitud de información.
Los datos muestran que en la gestión de Vicente Fox (2000-2006) se realizaron 229 extradiciones, mientras que con Felipe Calderón (2006-2012) éstas crecieron en 168%, al pasar a 614. En la administración de Enrique Peña Nieto, las extradiciones han sumado 288 de diciembre de 2012 a enero pasado.
El 74.5% de los extraditados es de origen mexicano. A las personas de esta nacionalidad les siguen los estadounidenses, con 15.6% del total, aunque también hay colombianos (1.3%), españoles (1%) y canadienses (0.9%), e incluso se cuentan algunos casos excepcionales como los de un australiano, un eslovaco, un iraní y un camerunés.
Por país de destino, Estados Unidos concentra 94.1% de las extradiciones que ha hecho México. Y por delito presuntamente cometido, los más comunes son narcotráfico, asociación delictuosa, homicidio, secuestro y robo a mano armada.
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