3 cláusulas abren el debate en anticorrupción en la mesa del TLCAN
La discusión sobre el combate a la corrupción en el continente llegó hasta Washington, DC, donde se meterá a los salones en los que funcionarios de Canadá, Estados Unidos y México sostienen negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Durante la primera ronda de trabajos —que inició este miércoles y terminará el 20 de agosto—, se prevé que las tres partes no sólo hablen de flujos y precios, sino que también analicen y discutan la posibilidad de adoptar medidas para prevenir y eliminar las prácticas deshonestas. Por ejemplo, acciones que desalienten los ilícitos y herramientas para perseguir y castigar los actos corruptos.
El equipo de Estados Unidos dio el primer paso formal en este terreno y, en su plan de trabajo , planteó tres cláusulas que se espera sirvan de base para el debate.
Los asuntos propuestos por los estadounidenses son: 1) adoptar medidas para que las empresas mantengan libros y registros precisos de sus operaciones, con la finalidad de facilitar la detección y el rastreo de pagos corruptos; 2) impulsar el establecimiento de códigos de conducta, con el objetivo de promover altos estándares de ética entre los funcionarios públicos, y 3) requerir a las partes que prohíban deducciones fiscales de movimientos irregulares.
Cuestionado al respecto, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos, consideró que se trata de planteamientos viables, aunque deben ser discutidos a profundidad.
"Nosotros, particularmente en Coparmex, estamos apostados por todas aquellas medidas que incentiven las prácticas de integridad. Así que, en conjunto, las propuestas que se han puesto son bastante positivas", dijo el líder empresarial a medios.
De Hoyos forma parte del grupo de empresarios que acompaña a los negociadores mexicanos en la capital estadounidense, a la que también viajó una comitiva de senadores de distintos partidos políticos y con experiencia en economía, industria y derecho.
Antes del inicio de las renegociaciones —promovida por el gobierno del estadounidense Donald Trump, quien considera que el tratado ha sido perjudicial para su país—, el mismo líder empresarial había declarado que el tema del combate a la corrupción debe ser una prioridad para toda la región.
"Está en los escritorios de prácticamente todos los jefes de las grandes empresas globales, está en los estándares de cumplimiento que exigen todos los consejos de administración, y por eso me parece que es una buena señal que la delegación mexicana esté cumpliendo con calidad en este objetivo", dijo el martes.
Ve: Estos senadores acompañarán la renegociación del TLCAN
La visión gubernamental
El equipo de negociadores mexicanos asegura también estar a favor de que se discuta el tema del combate a la corrupción.
Incluso, el embajador de México en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez, declaró en abril pasado que fue el país quien propuso que este asunto se incluyera en la agende de la renegociación del TLCAN, aunque hasta la fecha no es pública una propuesta mexicana concreta en este rubro.
"México lo propuso", dijo el diplomático ese mes durante un acto en Washington, DC. "Estamos a favor de eso. Queremos tener los mejores estándares posibles para nuestro comercio y nuestras relaciones empresariales, y esperamos comprometernos con eso. Fue una propuesta mexicana, y estamos todos a favor de eso".
La Secretaría de la Función Pública (SFP) también se ha manifestado en este sentido.
Al dar a conocer al equipo de especialistas que acompañarán a la delegación mexicana, la titular de la dependencia, Arely Gómez, señaló que la integridad debe ser uno de los principios rectores de la conducta y el desempeño de los funcionarios, pues de ello depende el desarrollo regional futuro. Los expertos presentados entonces fueron Pablo Villarreal, en materia de transparencia; Alejandro Bonilla, en contrataciones públicas, y Efraín Guadarrama, en anticorrupción.
Tras el banderazo de salida, se abre la puerta a que Canadá y México también presenten sus ideas para combatir las prácticas deshonestas en sus relaciones comerciales, y a que las tres partes inicien un estira y afloja para tratar de dar un nuevo rostro a un acuerdo vigente desde 1994 y que se ha vuelto clave para las economías de los tres países.