Juchitán de Zaragoza, el municipio oaxaqueño más castigado por el terremoto del 7 de septiembre en México, no recibe los apoyos necesarios del gobierno federal, denunció hoy su presidenta municipal, Gloria Sánchez.
"No hay agua, y no hay víveres, porque la ayuda que hemos tenido no ha sido suficiente. Ha faltado más apoyo, aunque está llegando", explicó Sánchez, alcaldesa de la coalición Partido de la Revolución Democrática y Acción Nacional.
Sánchez reconoció que el municipio, de unos 100,000 habitantes, no tiene "recursos para enfrentar este problema", que ha dejado 98 muertos a nivel nacional, 36 solo en Juchitán, pese a que el balance es todavía preliminar.
"Definitivamente, dependemos del estado (de Oaxaca) y de la federación", agregó.
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El gobierno municipal de Juchitán ha estado repartiendo estos días agua y comida, y han podido conseguir algunos recursos, pero no en la cantidad requerida.
"Nos falta todo, nos faltan víveres y nos falta agua. Atenciones en los campamentos de los vecinos. Toldos, sombras y casas de campaña", apuntó.
Desde el terremoto de 8.2 grados en la escala de Richter, miles de personas duermen en las calles y plazas del municipio tras la destrucción parcial o total de sus viviendas.
Algunos lo hacen frente a sus casas por miedo a robos, y otros en espacios públicos, como parques o canchas de deporte.
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"Hay que atender a todos esos campamentos provisionales para que la gente pueda estar ahí con condiciones mínimas", remarcó Sánchez.
El 70 % de las viviendas del municipio han quedado dañadas. Además, quedó afectado el Palacio Municipal, así como escuelas y el mercado, entre otros edificios públicos.
Además de 78 víctimas fatales en Oaxaca, se registran hasta ahora 16 muertos en Chiapas y 4 en Tabasco, en el sureste del país, así como 2.3 millones de damnificados.
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