Wal-Mart entra al reciclaje de cartón
Cuando José Ramírez ve una caja de cartón, ve 10 centavos, tal vez 20. Una tonelada de ese material representa para él casi 1,500 pesos y los puede juntar sin problemas en una semana.
Recorre el DF y se detiene especialmente en el basural de la colonia Moctezuma. El cartón es su fuente de ingresos y Smurfit, una de las empresas recicladoras más grandes en México y en el mundo, su comprador.
Ramírez es una de las 132,495 personas que viven de esa actividad (de acuerdo con la Cámara de la Celulosa y Papel) y que en el último año ha tenido que competir contra el gigante Wal-Mart. La empresa de la carita feliz comenzó a husmear en el negocio de la basura. Pero ya se sabe: un pequeño movimiento del gran detallista es probable que ponga temblar a todo un sector. El cartón que genera en sus 368 tiendas de autoservicio (Wal-Mart Supercenter y Bodega Aurrerá) y acopia para reciclar, representa 5% del total que se produce en México, más de 10,000 toneladas al mes.
Ramírez no es su competidor. A él no le quita directamente su fuente de empleo, aunque Wal-Mart ha dejado de ser una mina de cartón para él. Hasta hace unos años, cuando el supermercado no reciclaba, antes de las cuatro de la madrugada recogía el cartón que la empresa tiraba y ahora debe buscar en otros lugares, como rellenos sanitarios.
Además de una estrategia verde, el gigante del autoservicio encontró un valor económico en todas las cajas de cartón que le llegan a diario. Ahora, vende, también a Smurfit, casi, 131,000 toneladas de cartón al año para reciclaje, gana en promedio 125 mdp y salva más de 1.5 millones de árboles.
El grupo estadounidense emprendió un negocio ecológico que puede contagiar directamente a un millón de personas con la fiebre del reciclaje. Pero tiene una meta más ambiciosa que va de la mano con el tema de la sustentabilidad y la responsabilidad social: dejar de generar residuos sólidos para 2025.
El reciclaje de cartón es un paso hacia esa meta. Ese 5% con el que contribuye actualmente Wal-Mart pareciera poco en comparación con toda la industria mexicana del reciclaje, una de las más pulverizadas.
Existen 1,700 empresas afiliadas al Instituto Nacional de Reciclaje (Inare), pero no todas tienen la misma influencia del gigante del autoservicio, por cuyas tiendas pasan cada año 973 millones de personas, da empleo a 160,000 y cuenta con una red de casi 12,000 proveedores.
El plan de Wal-Mart es el de ‘las tres R’: reducir (comprimir), reciclar y reusar. ¿Cómo lograrlo y además hacer que sus millones de clientes y miles de proveedores y empleados lo hagan también? “Poco a poco”, explica Raúl Argüelles, presidente de la fundación Wal-Mart y director de Asuntos Corporativos. Todo empieza con pequeñas campanas de concientización que buscan tener un beneficio ambiental.
Las acciones
Entre noviembre y enero pasados, Wal-Mart dio un golpe directo a los recicladores con la campaña ‘Semillas Mágicas’. Por dos meses, la cadena de supermercados se convirtió en centro de acopio de cartón. Con tarimas de madera, se elaboraron contenedores en los que todos los clientes, principalmente niños, podían depositar los empaques de cartón de los juguetes que recibieron por Navidad y Reyes. Pareciera poca cosa, pero en tan sólo dos meses y medio se recopilaron 90 toneladas de cartón.
Esa medida sí afectó a los pepenadores. Mucha gente prefería llevar sus cajas a uno de los 55 centros de acopio de Wal-Mart y ya no las dejaban en la basura ni las llevaban a otros centros que tienen empresas, como Amakalli. “Si Wal-Mart pusiera centros de acopio como lo hizo hace un par de meses, afectaría considerablemente a todas las personas que se dedican a recolectar cartón (pepenadores y pyme)”, afirma Elías Vanegas, presidente del Inare.
Sí sería un gran golpe para la industria, pero se aumentaría considerablemente el acopio y, por tanto, el reciclaje en México. Hoy, por cada tonelada que se recicla se salvan 17 árboles. Tan sólo el año pasado, el grupo detallista le vendió a Smurfit 130,697 toneladas de cartón. Con esto se liberaron 900,000 metros cúbicos de espacio de relleno sanitario, equivalente a llenar el Estadio Azteca.
La campaña de Wal-Mart está en sus primeros pasos. Hasta ahora, la trasnacional funge como simple vendedor. No cuenta con centros de acopio, tampoco tiene personal que se dedique a la recopilación y aún no hay ningún acuerdo oficial con proveedores en materia de reciclaje.
Actualmente, el cartón llega en cajas con mercancía, el personal lo separa y lo lleva a un lugar específico, después pasa por una máquina compactadora y, finalmente, los empleados de Smurfit lo recogen para llevarlo a las plantas de reciclaje. Por cada tonelada de cartón recibe de 600 a 1,500 pesos, según las condiciones de mercado del momento.
Todavía no hay acuerdo con proveedores. Sin embargo, “el área de compras de la tienda hace acuerdos con ellos para reducir el uso de cartón y evitar desperdicios”, explica Juan Andrés Ruiz, subdirector de Sustentabilidad y Eficiencia Energética del corporativo. A la firma Steren, importadora de artículos electrónicos, por ejemplo, Wal-Mart le pide que maneje sus productos con menos plástico y más cartón, para tener un empaque reciclable que luego se pueda vender.
Otra de las acciones del gigante es reciclar tetrapak, aunque esta campaña “Reciclando por la Naturaleza” sólo se aplica en la cadena Superama.
Hasta ahora el programa no va más allá de acopiar el cartón que recibe. De acuerdo con Juan Andrés Ruiz, todavía no se plantea endurecer las políticas con los proveedores, como verificar de dónde proviene su cartón (si de tala legal o ilegal de árboles).
Si Wal-Mart fuera con el reciclaje de cartón tan estricto como lo es con sus proveedores en calidad y precios de sus productos, generaría un gran impacto. Hace poco, la cadena implementó un programa entre asociados y clientes para reducir el número de materiales impresos en sus unidades. El año pasado logró un ahorro de 76%, equivalente a evitar la tala de 248 árboles y un ahorro de 379,000 litros de agua.
Además, es la primera tienda de autoservicios del país en recibir un certificado de cumplimiento ambiental por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
La industria
De acuerdo con el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA), México es el segundo país en el mundo que más recicla.
Podría ser risible, considerando que el Distrito Federal es una de las ciudades más contaminadas y que el país genera 39 millones de toneladas de basura al año. Apenas una décima parte de eso corresponde a cartón (4.38 millones) pero el año pasado se recicló 83% de ese material.
Para lograr esto, hay una lucha por la basura entre más de 1,700 empresas, sin contar a los miles de pepenadores independientes. Entre las que más pelean por el cartón se encuentran grandes empresas, como Kimberly-Clark, Smurfit, Grupo Durango, San Pablo, Iruña y Nevado.
Pero hay pequeñas compañías afiliadas al Inare que podrían competir en acopio incluso con Wal-Mart, pues llegan a reusar hasta 10,000 toneladas al mes. Es el caso de una ranchería en el Estado de México en la que trabajan 5,000 personas y proveen a Kimberly-Clark.
La campaña de ‘las tres R’ va más allá de Wal-Mart. No sólo las dependencias de gobierno tienen acuerdos para reciclaje con Smurfit o Grupo Durango. El año pasado, los industriales de la celulosa y el papel impulsaron una norma con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnart) y la Secretaría de Economía para que al menos 60% del papel que se utiliza en el país se recolecte para su reciclaje. Ya hay dos decretos presidenciales que promueven esta actividad. Con todo esto, la Cámara de la Celulosa y Papel planea que esa industria pase de un índice de recolección de 44.8% en el año 2005 al 60% durante este año. Con ello se evitaría la ocupación de 2.31 millones de metros cúbicos en los rellenos sanitarios cada año.
El ritmo va bien. Más, considerando que México es uno de los países que más consumen fibras secundarias nacionales para la fabricación de papel. En 2006, la cifra llegó a 2.8 millones de toneladas, lo que contribuyó a que la Industria Papelera Mexicana continúe posicionada entre los primeros países recicladores del mundo.
De acuerdo con la cámara, México tiene un índice de utilización de fibra secundaria de 83.6%, y un consumo de fibra virgen de apenas 16.4%. Parece increíble semejante avance en el país. Pero aún falta un buen trecho para que el proceso nacional de acopio y reciclaje sea eficiente, se profesionalice y se salven muchos más árboles. Por ahora, Wal-Mart ya dio un pequeño impulso con el cartón. Habrá que ver hasta a cuántos otros que dependen de su negocio puede convencer para llegar a 2025 con cero basura sólida.