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¿Son necesarios los bonos a ejecutivos?

Los estadounidenses están molestos a causa de los bonos millonarios que otorgó AIG a sus ejecutivos; pero quizá las empresas necesitan dar incentivos para retener a sus empleados en el ambiente...
lun 30 marzo 2009 06:00 AM

La idea de que la gente de Wall Street se merece cualquier cosa menos un castigo que obstaculice su paga, no es una visión poco común en estos días. A propósito de los 165 millones de dólares en bonos que AIG les otorgó a sus empleados después de recibir 170,000 millones de dólares en fondos federales, el miembro de la Cámara de Representantes, Barney Frank (Demócrata-Massachussets) dijo que fue "casi una extorsión, en la que los ejecutivos dijeron, ‘Sabemos lo que necesitan saber y renunciaremos si no nos sobornan' ". Wall Street se encuentra en un estado muy lúgubre ¿por qué alguien que aún trabaja ahí necesitaría un bono para quedarse?

Sin embargo, para quienes en efecto están dentro del negocio, el debate salarial es más una cuestión de equidad que de inequidad: La gente debería recibir pagos acordes con las necesidades del mercado. Y ya que más que nunca Wall Street necesita personas inteligentes, podría verse obligado a pagar por ellas, sin importar que el mundo exterior prefiera lincharlas.

Independientemente de la política ¿cómo es en realidad el mercado laboral en el sector financiero en este momento? ¿Los miembros de Wall Street y banqueros comerciales aceptan con entusiasmo cualquier oportunidad de trabajo, incluso por una fracción de lo que alguna vez ganaron? ¿O en realidad tienen opciones -e incluso opciones de compra de acciones- en este ambiente? Para descubrirlo, Fortune habló con los reclutadores de servicios financieros y expertos en remuneración acerca de dónde se encuentran los empleos y salarios en este momento -y dónde no.

Adiós a las personas promedio. En otros tiempos, cualquier ejecutivo de nivel "B" o "C" podía ganar un salario medio de seis cifras. Pero ya no. "Es probable que sea el peor ambiente laboral que haya visto en 15 años", dice Michael Karp, CEO de Options Group, una firma de contratación que se especializa en servicios financieros. Sectores como los mercados de capital y el comercio de propiedad han muerto, y cualquiera que no sea una estrella pasará un mal rato para conseguir trabajo, ya no digamos para ganar 500,000 dólares. Incluso en áreas en crecimiento, tales como los servicios de asesoría financiera, los cualesquiera compiten contra los sementales. Aquellos que logren obtener un trabajo pueden esperar salarios alrededor de un 40% más bajos que los que hubieran ganado en sus últimos empleos.

Hazte más pequeño o vuélvete internacional. Aun así, las oportunidades están ahí para los mejores competidores, tales como los banqueros de M&A con excelentes relaciones o cualquiera con experiencia en reestructuración. Las firmas boutique como Evercore, Greenhill, Perella, Weinberg y otras similares usan la crisis para escaparse con los mayores talentos de los bancos que recibieron dinero del TARP, así como de otras compañías públicas cuyo valor de marca ha disminuido de forma significativa mientras la presión laboral aumenta. Las firmas de capital privado que se dedican a la reestructuración de compañías atribuladas también buscan personal. "Es una contratación selectiva de individuos de renombre", dice Vanessa Bailey, fundadora de la empresa de búsqueda Cressida Partners.

Al mismo tiempo, grandes bancos internacionales como Deutsche Bank (DB), que no están sujetos a las restricciones del TARP, ofrecen paquetes salariales muy competitivos, a veces incluso para equipos completos de banqueros. Caso en cuestión: En febrero, DB contrató a 12 miembros de Bank of America, el equipo de banqueros especializados en inversión de Merrill Lynch -una jugada atrevida que motivó una demanda de BofA, en la que la institución alega que se trató de una "redada". Es obvio que estas personas son percibidas como muy valiosas, incluso en el ambiente laboral actual.

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Ya no se trata sólo de ganar dinero. Hubo un tiempo en el que bastaba con que una firma no pudiera cubrir el valor de las acciones acumuladas por uno de sus miembros para que a otras compañías les fuera imposible atraerlo. Hoy que el valor de las acciones es más bajo, las opciones acumuladas y acciones restringidas que alguna vez fueron valuadas en 20 millones, podrían valer sólo 2 o 3 millones de dólares. Esto significa que las firmas más pequeñas y menos prestigiosas que no están sujetas a las regulaciones y pueden ofrecer una comisión simple en la mayoría de los casos -sin bonos de retención- pueden mejorar su personal de manera selectiva.

"Recibimos muchas llamadas de gente que creíamos más arraigada, esto se debe a que el ambiente en los grandes bancos es brutal", dice el director ejecutivo de una firma boutique.

"Wall Street en general regresa a una cultura de pago por desempeño", añade Burke St. John, vicepresidente y jefe global de ejercicio de servicios financieros en la firma de búsqueda CTPartners. En oposición a los pagos por no cumplimiento.

Los lugares que necesitan a la gente más inteligente la están perdiendo. Aquí es donde las cosas se ponen en verdad difíciles. Claro, las firmas con más problemas llegaron a ese punto debido a las decisiones que tomaron sus ejecutivos. Pero también es cierto que esas firmas necesitan que las manos experimentadas permanezcan en su sitio para ayudarlas a salir del caos en el que están.

"Éstas son las personas que saben en dónde están enterrados los cuerpos", dice Karp. "Necesitas alentarlas a trabajar a pesar de la situación. Construir un nuevo equipo administrativo tomaría demasiado tiempo".

En las firmas que obtuvieron dinero del TARP, muchos empleados podrían incluso ver un aumento en sus sueldos (o mejor aun, en sus bonos), debido a que el tope salarial de 250,000 dólares es concebido por algunos como un pago mínimo, dice Jim Reda de James F. Reda & Associates, una firma de remuneración ejecutiva. Sin embargo, muchos buscan abandonar el barco tan rápido como sea posible ya que esperan escapar de una atmósfera de regulaciones confusas, escándalos políticos y falta de claridad. Un director ejecutivo de Merrill dice que prácticamente todas las personas de su bufete a las que conoce buscan abandonarlo, en parte debido a las restricciones salariales y en parte por la incertidumbre de lo que se supone que sus trabajos sean con todas las nuevas regulaciones potenciales.

"Es un escape de la negra, omnipresente y desalentadora nube que cubre los dominios del TARP, incluso si el dinero es un factor menos emocionante", explica la reclutadora Bailey. Es por ello que Goldman Sachs insinuó que pagaría sus préstamos tan pronto como pudiera -y el porqué muchos otros bancos podrían intentar hacer lo mismo.

Aunque los miembros de Wall Street todavía obtienen salarios excesivos en este ambiente, los contribuyentes estadounidenses al menos pueden encontrar consuelo en el hecho de que su dinero probablemente será destinado a pagarles a personas inteligentes y motivadas. Es mejor que pagar por gente aburrida y sin experiencia. ¿Cierto?

 

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