La automotriz estadounidense General Motors (GM) dijo el lunes que confía que el Departamento de Energía le dará un ansiado préstamo, mientras avanza un plan de reestructuración que le permitirá desprenderse de unidades deficitarias como Saab.
Un alto ejecutivo de GM dijo que la firma confía en recibir unos 10,300 millones de dólares del Departamento de Energía, un crédito que vendrá de la mano de la revisión de su plan de reforma.
A finales de marzo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, rechazó el plan de reestructuración de GM y le dio 60 días para volver con una nueva estrategia que recorte costos y deuda de una manera más profunda.
En ese proceso, GM dijo el lunes que ya atrajo a unos 20 potenciales compradores para su marca Saab y adelantó que podría concretar su venta en junio.
Saab necesita 1,000 millones de dólares en financiamiento para mejorar su producción y producir nuevos modelos.
La firma busca captar 600 millones de dólares del Banco Europeo de Inversiones.