Venezuela espera concretar en cuatro meses la nacionalización de las unidades locales de las cementeras Cemex, Holcim y Lafarge que anunció el año pasado, dijo un funcionario de alto rango en declaraciones publicadas el miércoles por la prensa local.
El presidente, Hugo Chávez, ha realizado una amplia campaña de estatizaciones que ha incluido la vital industria petrolera, el sector eléctrico y grandes firmas de telecomunicaciones y siderurgia.
Pero el pago de las compensaciones a las empresas se ha visto afectado por la caída de los ingresos del país.
"Ya tenemos control completo de las plantas, lo que resta es concretar, en máximo cuatro meses, la firma del instrumento de transferencia al Estado de las acciones", explicó el presidente de la Fábrica Nacional de Cemento, Jesús Paredes, según las declaraciones publicadas por el diario El Universal.
El funcionario, que también es viceministro de Industrias Básicas, precisó que la transferencia pendiente es de un 5% en el caso de Lafarge, 15% en el de Holcim y 100% en el caso de Cemex, que enfrenta un proceso de expropiación.
Venezuela asegura que pretende llegar a un acuerdo con las transnacionales, pero Holcim y Cemex solicitaron arbitrajes respecto a sus compensaciones, justo en momentos en que los ingresos del país se han derrumbado por la abrupta caída en el valor del petróleo.
La francesa Lafarge y la suiza Holcim habían decidido quedarse con una participación minoritaria en sus filiales en Venezuela, mientras que la mexicana Cemex no había llegado a un acuerdo con el Gobierno.
El Gobierno dijo que Cemex pedía 1,300 millones de dólares por sus activos, pero ellos no consideran que su valor llegara a los 400 millones de dólares.