Google, ¿un monopolio natural?
Por segunda semana consecutiva, han aparecido reportes de que reguladores gubernamentales de Estados Unidos están examinando de cerca a Google.
El Departamento de Justicia está viendo más de cerca el acuerdo de Google con autores y casas editoriales sobre cómo se registrará el material en el servicio de búsqueda de libros de Google. Y la Comisión Federal de Comercio se está preguntando si los consejos directivos de Google y de Apple no se encuentran demasiado cercanos.
Se veía venir: Google no podía volverse tan dominante- con 76% del mercado de búsqueda- sin atraer algo de atención en Washington. La pregunta es si la compañía ha jugado de acuerdo a las reglas en el curso de obtener esta posición.
Lo último que la compañía de "no hagas el mal" quiere es una repetición de la situación de Microsoft en los noventa.
Google tiene una serie de explicaciones de por qué juega limpio.
Primero, a la compañía le gusta decir que la competencia está "a un clic de distancia". En otras palabras, realmente no hay nada que le obstruya a los usuarios cambiar a otra máquina de búsqueda- fuera de la simple costumbre- si quieren encontrar mejores resultados.
Como prueba, Google señala un incidente del 31 de enero cuando un error de código de Google afectó a todos sus resultados de búsqueda y los usuarios cambiaron de buscador inmediatamente; las solicitudes de búsqueda en Yahoo aparentemente se duplicaron por encima de sus cifras usuales.
Otra diferencia entre Google y el Microsoft de antaño: Google trata de mantener abiertos sus formatos de software, de manera que los usuarios no están atados a sus programas. Así que es posible exportar Google Docs hacia Word, PDF, OpenOffice y otros. De nuevo la idea es que Google no está encerrando a nadie; si un usuario quiere un mejor software, los formatos abiertos hacen fácil cambiar.
(Esto es un tema sobre el cual la Unión Europea ha atacado a Microsoft sin tregua, alegando que la compañía trata de limitar la elección de los consumidores al dirigirlos hacia formatos exclusivos de los productos Microsoft).
En cuanto a la acusación de que Google puede producir el mejor algoritmo de búsqueda porque tiene más datos de lo que quieren los usuarios que cualquier otro, la compañía dice que sus mejoras de búsqueda se basan en sólo 1% de las búsquedas.
Hasta ahora los reguladores sólo han estado haciendo cosas menores. Cuando parecían prestos a comenzar una pelea el año pasado por una asociación de anuncios de búsquedas con Yahoo que Google propuso, Google se retiró de ese trato, aduciendo que no valía la pena por lo que causaría.
Como escribió James Stewart en el Wall Street Journal esta semana: "Las ganancias que sigue teniendo Google en reparto del mercado apoyan mi argumento que Google es de ese tipo poco común: el monopolio natural. Por natural, también quiero decir lícito, ya que el monopolio deriva de la habilidad de Google y características inherentes en el negocio, no de comportamientos anticompetitivos".
Stewart añade: "Algunas veces llego a pensar que los reguladores antimonopolios, en su deseo unilateral de promover la competencia, ignoran que los monopolios, por sí mismos, no son ilegales, ni aún necesariamente malos."
Así que adelante, llamen monopolio a Google. Pero el gobierno no ha sacado a luz nada problemático todavía. Y lo que sea que esté haciendo Google, está dificultando -por ahora- que algún otro lo quite de su puesto.