La fabricante de autos estadounidense Chrysler suspendió operaciones indefinidamente en las cinco plantas que tiene en México, en momentos en que la firma intenta salir de la bancarrota.
La suspensión se inició unas dos semanas atrás y no hay planes aún de reiniciar las operaciones, dijo este viernes Manuel Duarte, portavoz de Chrysler en México.
"Continuamos monitoreando de cerca la situación del mercado para determinar cuándo se puede reanudar la producción", dijo la empresa a través de un correo electrónico.
Chrysler, que tiene marcas tradicionales como Jeep y Dodge, suspendió las operaciones de sus plantas de manufactura en Estados Unidos el 1 de mayo, tras solicitar la bancarrota un día antes.
La economía de México, uno de los principales países productores de automóviles, está siendo golpeada por la recesión en Estados Unidos, destino del 80% de sus exportaciones.
La economía mexicana se contrajo un 8.2% en el primer trimestre del año, y el Gobierno espera una caída del 5.5% en el 2009.
El viernes, Chrysler estaba cerca de un acuerdo para su venta a un grupo encabezado por la firma italiana Fiat SpA.
Chrysler quiere vender la mayoría de sus activos a una "Nueva Chrysler" propiedad de Fiat, sindicatos y los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, a cambio del pago de 2,000 millones de dólares a sus acreedores.