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¿Funcionará la bancarrota de GM?

Algunos analistas creen que la automotriz hizo los cambios necesarios para ser competitiva; otros creen que las medidas no son suficientes o llegan demasiado tarde.
jue 04 junio 2009 06:04 AM
GM podría mudarse de su histórica sede, en Detroit, Estados Unidos.  (Foto: Reuters)
GM sede Detroit

Cuando General Motors solicitó la protección por bancarrota el lunes, muy pocos en la industria automotriz dudaron que el fabricante de autos perteneciera ahí. Lo que aún está a discusión es si el plan de GM de entrar en bancarrota será suficiente para recuperar a la compañía.  GM aplicará el proceso de bancarrota para eliminar 27,000 millones de dólares en deuda de los titulares de bonos, quienes, en lugar de bonos, tendrán acciones en una compañía reorganizada. Asimismo, un fondo de inversiones controlado por el sindicato tomará acciones en lugar de los 20,000 millones de dólares en efectivo con los que contaba para pagar gastos médicos durante el retiro. La cobertura de los 650,000 jubilados se verá reducida.

GM también empleará la bancarrota para cerrar más de una docena de fábricas, eliminar cuatro de sus marcas estadounidenses y cerrar hasta el 40% de su red de 6,000 concesionarias.

Estos no son los primeros recortes excesivos de GM; ya se deshicieron de cerca de la mitad de su fuerza de trabajo en lo que va de esta década. Los expertos creen que se necesitará mucho trabajo para hacer que GM se recupere tras décadas de declives en las acciones del mercado y años de pérdidas financieras.

"Los cambios que hemos visto hasta ahora son evolutivos. Esto será aún más revolucionario", dijo Tom Libby, presidente de la Sociedad de Analistas Automotores. "¿Están donde deben estar en las concesionarias y en las marcas? No, pero se tomó un paso importante".

Libby dijo que los costos laborales de GM son en esencia iguales a los de las plantas no sindicalizadas operadas por sus rivales asiáticos. Eso no había pasado hasta ahora.

David Cole, presidente del Centro de Investigación Automotriz, dijo que ahora GM debería ser capaz de empatar las ventas de la industria a nivel nacional, de cerca de 10 millones de dólares, sólo un poco por encima de los niveles de ventas actuales. 

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"Las ventas están por debajo de los volúmenes de depresión", dijo.  "Si empatan a ese nivel, muy pronto serán bastante rentables".

Aún así, quedan varios retos que podrían obstaculizar que GM se vuelva rentable en un período razonable.

La compañía seguirá pagando a sus trabajadores los salarios establecidos y los mismos beneficios como se garantizó en el último contrato del UAW (Sindicato de Trabajadores de la Industria Automotriz por sus siglas en inglés).

GM también se apoyará de dos fondos de pensiones sub-financiadas, es decir, muy probablemente tendrá que hacer contribuciones adicionales a esos fondos en el futuro.

Ademas, GM mantendrá varias de sus concesionarias menos exitosas hasta finales del próximo año. Incluso muchas de las plantas destinadas a cerrar no lo harán hasta finales de 2010.

Los escépticos afirman que GM necesita hacer recortes más significativos

Varios de los esfuerzos de recuperación y de bancarrota señalan que el fabricante de autos debió tomar una actitud más agresiva en su postura de recorte de costos ante la bancarrota. GM pudo haberle pedido a la corte anular el contrato laboral para reducir los salarios y beneficios de los trabajadores y reducir su red de concesionarias de inmediato.

"Parece que estuviéramos haciendo negocios más que recortando costos", dijo Richard Milton, analista de la empresa de investigación de crédito Convenant Review.

Tilton dijo que GM debería poder salir de la bancarrota pronto, como se planea; pero dijo que aún estará en una posición competitiva difícil en un mercado muy débil para la venta de autos en general, y esto no indica que habrá éxito a largo plazo.

También le preocupa que, a pesar de las promesas de la administración de Obama y de los ejecutivos de GM para que esto no suceda, será necesario aceptar más ayuda federal para que GM se recupere de su situación actual.

"Su verdadero problema no es cuánto dinero tienen ellos o el gobierno, sino cuánto tiene la gente: nadie está comprando coches ahora". 

Las ventas de autos en mayo fueron mejores de lo que GM y la industria en general esperaban, aunque estuvieron por debajo de los niveles de años pasados.

Jeffrey Manning, director administrativo del banco de inversión Trenwith Securities, especializado en bancarrota y reestructuración, dijo estar preocupado tanto por GM como por Chrysler por aceptar mantener su plan de fondos de pensión sub-financiado para que los trabajadores sindicalizados accedieran al plan de bancarrota. Muchas compañías emplean la bancarrota para salir de sus obligaciones de pensiones.

Los planes de pensiones enfrentan un déficit de entre 12 y 13 millones de dólares, según sus cálculos.

"Ahora hay anclas en ambos negocios", dijo. "Alejar los problemas financieros ‘es lo que los metió en problemas en primer lugar'", dijo.

Troy Clarke, presidente de operaciones de GM en Norteamérica dijo que la compañía no tiene la opción de aceptar cualquier reducción de gastos posible porque necesitaba un proceso de bancarrota expedito que contara con el apoyo del sindicato y el de otros accionistas de la compañía.

"La urgencia fue lo que llevó a este arduo proceso, no se trataba sólo de qué tanto podíamos hacer", como dijo a un grupo de reporteros en una conferencia el lunes.

Varios expertos argumentaron que el Departamento del Tesoro no tenía la intención de empezar una guerra contra el sindicato, trabajadores y jubilados. La crisis crediticia actual está vaciando los fondos que en situaciones normales emplearían las compañías en bancarrota, por lo que el gobierno es la única fuente para obtener los 50,000 millones de dórales que GM necesita para financiar su reorganización.   

¿Empezará GM a hacer los autos que la gente quiere?

Más allá de la dificultad de recortar costos, el gran problema, según varios expertos, es que el declive a largo plazo de las acciones en el mercado de GM podría ser irreversible.

"La pregunta principal es si cambiará la demanda del producto como parte de este proceso, y yo no creo que así sea", como dijo Manning.

Incluso Fritz Henderson, el director ejecutivo, estuvo de acuerdo el lunes en que ningún fabricante de autos ha logrado la recuperación de su fortuna sin mejorar la demanda de autos y camiones. Insistió en que la línea de vehículos de GM es fuerte y se fortalecerá más  medida que la compañía supere sus dificultades financieras.

Otros expresaron sus dudas sobre la posición competitiva de GM, sobre todo con el gobierno federal aumentando los estándares económicos de la gasolina. GM está rezagado de su competencia asiática en cuanto a producción de vehículos ahorradores de gasolina.

"Hay mucha competencia y no creo que estén listos para entrar al mundo de 35 millas por galón", dijo Stephen Spivey, analista experimentado de la consultora de negocios Frost & Sullivan. "Toyota y Honda sí lo están".

Aún así, Spivey no tiene varias sugerencias sobre lo que GM podría hacer diferente en cuanto a su solicitud de bancarrota.

"Todos los pasos que tomó debieron ser tomados hace tiempo", dijo. "No les quedaban muchas buenas alternativas que tomar hoy".

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