La violencia ‘corre’ a los empresarios
El clima de inseguridad que se experimenta en el país por los problemas con el narcotráfico , ha obligado a los empresarios a migrar con mayor frecuencia hacia Estados Unidos con todo y sus compañías, o con su capital listo para ser invertido lejos de tierras mexicanas, según una firma de asesoramiento. "Son empresarios (junto con sus familias), con una liquidez disponible de al menos 150,000 dólares, del Distrito Federal o de Monterrey, Nuevo León que desean establecerse en Estados Unidos por temas de seguridad, tienen hijos que les quieren cambiar un poco el ambiente y darles a sus familias cierta tranquilidad que lamentablemente se está haciendo más difícil encontrar en México ", dijo en entrevista Julián Montero, socio de la firma Montero Wolkov.
Esta firma se especializa en asistir a los empresarios para establecer sus compañías o comprar franquicias, principalmente en Estados Unidos, además de realizar los trámites migratorios pertinentes para su familia y para todos los socios.
Montero afirma que se ha detectado un incremento de alrededor de 25 a 30%, desde finales del año pasado, de empresarios, principalmente de restaurantes y servicios profesionales, que buscan cambiar de residencia, específicamente por los problemas de inseguridad y que buscan residir en Florida, lejos de los puntos tradicionales de migración, como California, Arizona, Nuevo México o Texas.
"Específicamente en Miami hemos visto a empresarios que quieren traer sus empresas, sus conceptos para desarrollarlos en Estados Unidos. Nosotros los apoyamos con todo lo necesario para su transacción comercial y también si se requiere transferir funcionarios o ejecutivos desde el extranjero hacia los Estados Unidos", dijo Montero.
El año pasado, Estados Unidos otorgó un total de 158,592 visas para profesionistas o de trabajo, desde un millón 130,478 otorgadas, según datos del Departamento de Estado de ese país.
Montero precisa que la principal clasificación de visas de Estados Unidos con las que trabaja son las tipo L (transferencia de trabajador entre compañías), E (comerciante o inversionista) y H (trabajadores temporales o de capacitación), que el año pasado en su conjunto sumaron unas 97,120 visas para México, según las cifras oficiales.
La violencia de los cárteles del narcotráfico dejó más de 12,400 muertos el año pasado en México, y en lo que va del sexenio del presidente Felipe Calderón se contabilizan cerca de 35,000 muertes relacionadas con esta problemática. La mayoría de las muertes se produjeron en estados fronterizos con Estados Unidos. El número de secuestros y extorsiones también ha aumentado.
"Desde finales del año pasado hemos visto un incremento de esta tendencia (de empresarios que cambian de residencia) en Chihuahua, Monterrey, Matamoros y Tijuana. En algunos casos son por previsión o en otros porque ya ha tenido algún contacto con la violencia", dijo en entrevista Mario Cisneros, presidente distrital y Zona Metropolitana de la Cámara Nacional de la Industria de los Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
Durante 2010, la firma Montero Wolkov atendió ocho casos de empresarios que buscaron cambiar de residencia familiar y empresarial, y que esta tendencia se ha incrementado durante este año, ya que al primer trimestre ha atendido tres casos.
Los empresarios asesorados por Montero rechazaron la petición de CNNExpansión.com para que compartieran su caso, aun conservando el anonimato, por temores generados desde México.
El 16 de abril pasado, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero , dijo que la violencia ligada al narcotráfico podría estar afectando la inversión en algunas partes del país, pero no en todo el territorio.
Según un estudio del banco de inversión UBS , las empresas instaladas en los estados fronterizos del país, principalmente de producción manufacturera, han tenido que desplazarse a otras entidades del centro y sur del país por los problemas del narcotráfico; incluso, la violencia ha generado que las personas , especialmente en el norte, abandonen sus casas y esto tenga una repercusión en la cartera vencida de empresas hipotecarias, según refiere un estudio de Standard & Poor's.
