El robo de acero, imparable

Las pérdidas del material en el primer trimeste aumentaron a 17,500 toneladas, dijeron industriales; los estados donde más se ultraja el metal son Nuevo León, el Estado de México y Guanajuato.
acero trabajador (Foto: Photos to Go)

Acereros mexicanos dijeron este lunes que grupos armados

y que de continuar al alza los asaltos sus pérdidas podrían ser mayores a las del año pasado. Raúl Gutiérrez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero), dijo que a los productores les fueron robadas el año pasado entre 45,000 y 50,000 toneladas de productos y que los asaltos continúan pese a algunas detenciones.

, indicó Gutiérrez en conferencia de prensa.

El directivo explicó que la cantidad de material robado hasta marzo es mayor que durante el mismo lapso del año pasado, aunque no dio un número comparativo.

Gutiérrez detalló que los estados donde hay más cantidad de ultrajos son Nuevo León, en el norte del país, así como el Estado de México y Guanajuato, en la zona central.

El directivo señaló que la mayoría de los asaltos se realizan durante el transporte de la carga, ya sea por carretera o ferrocarril, aunque también se han llevado a cabo en plantas.

Los productos más robados son

"La mayor parte sucede afuera (de las plantas) y cuando es afuera es imposible contenerlos", dijo.

"Ya se empiezan a poner en todos los camiones (sistemas de rastreo) GPS y eso ha ayudado a detectar en dónde están y a poder recuperarlos y detener a los individuos que están robando", añadió.

Los ultrajos de este material se suman a los de otros sectores, como el agrícola, donde bandas del crimen organizado equipadas con armas automáticas y camiones de carga asaltan enormes silos de granos en el norte del país, donde la violencia de las bandas del narcotráfico se siente con más fuerza.

Pero

en busca de mayores ganancias, lo que ha elevado los costos por seguridad de empresas del sector y ha detenido al menos un proyecto minero.

La violencia derivada de los enfrentamientos entre cárteles de la droga y con fuerzas de seguridad ha dejado 37,000 muertos desde que el Gobierno lanzó en diciembre del 2006 operativos militares contra las bandas de las drogas.