Exxon y Rosneft van por oro negro ruso

Las petrolera de EU y la compañía rusa desarrollarán en conjunto reservas de petróleo y gas; el acuerdo firmado este martes por las empresas implica una inversión de 3,200 millones de dólares.
exxon (Foto: AP)

La

y la rusa Rosneft firmaron un acuerdo este martes para desarrollar reservas de petróleo y gas en el Ártico ruso,  lo que abre una de las últimas fronteras sin explorar en la mayor industria global. El pacto, signado en presencia del primer ministro ruso, Vladimir Putin, involucra los activos en el Ártico que BP buscaba explotar y desvanece las esperanzas del gigante británico de revivir un acuerdo con Rosneft, que fue bloqueado en mayo por sus socios en otro emprendimiento.

El presidente ejecutivo de Exxon , Rex Tillerson, y el viceprimer ministro de Energía, Igor Sechin, también asistieron a la firma del acuerdo en el complejo turístico de Sochi, en el Mar Negro.

"Se están abriendo nuevos horizontes. Una de las mayores compañías del mundo, Exxon Mobil, está comenzando a trabajar en la plataforma continental en aguas profundas de Rusia", dijo Putin.

Bajo el acuerdo, Exxon y Rosneft invertirán 3,200 millones de dólares en el desarrollo de tres bloques en el yacimiento East Prinovozemelsky, en el Mar de Kara, en el Ártico, y en el bloque Tuapse, en el Mar Negro.

"(Esas regiones) se encuentran entre las áreas costa afuera más prometedoras y menos exploradas a nivel global, con un alto potencial de hidrocarburos", indicó Exxon en un comunicado.

En tanto, a Rosneft se le ofrecerá una participación en las acciones en varios proyectos de exploración de Exxon en Norteamérica, incluyendo yacimientos en el Golfo de México y en Texas, así como en otros países.

"El hecho de que después de que colapsó el acuerdo BP-Rosneft se encontrara rápidamente un nuevo socio es una señal muy positiva", dijo Denis Borisov, analista de energía del Banco de Moscú.

El convenio ayudaría a Rosneft a compartir los riesgos de desarrollar proyectos en el Ártico, que podrían ascender a cientos de miles de millones de dólares, y contrasta con el acuerdo BP-Rosneft en el que no se incluía un intercambio de acciones.