El presidente de
John Mack, cuyas agresivas tácticas de recortes de costos le ganaron el apodo de "Mack The Knife", dimitirá a fines de año, entregando el cargo al presidente ejecutivo James Gorman. Gorman, de 52 años, retendrá el cargo de presidente ejecutivo de acuerdo a un arreglo establecido hace dos años, cuando Mack llegó a la presidencia.Mack, de 66 años, se retira en momentos en que
se encuentra en medio de una significativa reforma.El segundo más grande banco de inversión en Estados Unidos está reduciendo gran parte de sus riesgos en las operaciones, incrementando su liquidez y dependiendo más de la gestión de riqueza para generar ganancias estables para la firma.
Mack ingresó a Morgan Stanley por primera vez en 1972 como vendedor de bonos y ascendió hasta convertirse en presidente y presidente operativo de Morgan Stanley Dean Witter en 1997.
Abandonó la compañía en el 2001 tras perder contra Philip Purcell en una batalla por el cargo de presidente ejecutivo. En el 2005, Purcell renunció porque el desempeño del banco estaba rezagado respecto a sus pares de Wall Street, y Mack tomó las riendas como presidente ejecutivo.
Cuando Mack regresó al banco, recibió una ovación de pie en el piso de operaciones. Trabajó para fortalecer al departamento de operaciones pero también aumentó el riesgo, una decisión que generó grandes ganancias en el 2006 pero afectó al liderazgo del banco en la crisis financiera 2007-2009.
Mack se retirará de sus tareas de tiempo completo pero seguirá siendo asesor senior de