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“Nos confiamos demasiado”: Netflix

Reed Hastings habló sobre las recientes equivocaciones de la empresa de renta de video que dirige; aceptó su responsabilidad por los cambios que molestaron a sus clientes y frenaron al negocio.
jue 08 diciembre 2011 06:01 AM
En noviembre, el CEO de Netflix reveló que la firma espera perder dinero en todo 2012. (Foto: Cortesía CNNMoney)
CEO netflix.jpg (Foto: Cortesía CNNMoney)

Puedes decir lo que quieras acerca de las recientes decisiones del presidente ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, pero él es transparente sobre cómo los clientes perciben la deslucida marca de su empresa .

Hastings hizo varios comentarios francos y arrepentidos sobre los errores de Netflix en la conferencia UBS Media, en Nueva York, el pasado martes.

"Hicimos tantas cosas difíciles este año que tuvimos un exceso de confianza", dijo Hastings. "Nuestra gran obsesión de este año fue el streaming, la idea de que 'no debemos morir con los DVDs'".

Los problemas de Netflix en 2011 comenzaron cuando anunció que iba a cobrar precios separados por sus planes de envío de DVDs por correo y de streaming (transmisión) de video. Pero la debacle llegó en septiembre, cuando la firma dijo que su servicio de DVD sería rebautizado como Qwikster. Los clientes se indignaron tanto, que Netflix aplicó un sorprendente movimiento de reversa pocas semanas después y canceló todo el plan de Qwikster.

"Nos movimos muy rápido con ello", dijo Hastings. "Nos reprendimos tremendamente por ello".

Sin embargo, Hastings no rehuyó la filosofía que hay detrás de Qwikster, al minimizar el negocio del DVD en varias ocasiones durante su intervención.

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"El streaming es el futuro, estamos enfocados en eso", dijo. "El DVD va a hacer lo que va a hacer. No queremos dañarlo, pero no estamos poniendo mucho tiempo y energía en ello".

En cambio, Hastings ve a Netflix más alineado con HBO (propiedad de la firma matriz de CNNMoney, Time Warner). Él ve el servicio sobre demanda HBO Go como el principal competidor de Netflix en el espacio de streaming; no a rivales directos como Hulu y el kiosco de servicios Redbox (propiedad de Coinstar), o a grandes jugadores tecnológicos como Amazon y Google.

Por ello, Netflix ha licenciado su primera serie original, House of Cards, protagonizada por Kevin Spacey y que será estrenada a finales del 2012. Hastings mencionó la serie varias veces, mientras discutía el problema de cómo los clientes perciben la selección de streaming de Netflix.

"Existe esta idea de: '¡Es Internet, es todo!'", mencionó Hastings. "Porque cuando vas a Amazon, puedes elegir entre todos los libros. Cuando vas a Expedia, puedes elegir entre todos los viajes".

Pero el problema de Netflix, dijo, "es que en el streaming, somos una cadena de cable desde la perspectiva de los derechos".

Comprar esos derechos es cada vez más complejo, ya que los estudios están exigiendo más dinero por su valioso contenido. Un analista predijo a principios de este año que los costos de las licencias de contenido de streaming de Netflix se elevarían de 180 millones de dólares en 2010 a la friolera de 2,000 millones de dólares en 2012.

Y el mes pasado, Netflix indicó en un documento regulatorio que tiene programados pagos de más de 3,500 millones de dólares durante los próximos años para pagar contenidos bajo contrato. Sin embargo, Netflix está dispuesto a pagar un alto precio por el contenido si la audiencia lo paga.

"Somos algo así como los compradores de contenido moneyball", dijo Hastings, en referencia al libro de Michael Lewis sobre el enfoque de un equipo de béisbol de bajo presupuesto sobre la adquisición de jugadores. "Observamos, OK, pagamos X por algo, y decimos ¿cuántas personas lo vieron?".

Hastings también enfrentó preguntas difíciles acerca de la revelación de ‘doble bomba' del mes pasado: Netflix ahora espera perder dinero en todo 2012, y está tratando de recaudar efectivo en una oferta secundaria de sus acciones.

Esas ofertas secundarias a veces se consideran signos de mal agüero, ya que pueden indicar que una empresa necesita obtener efectivo rápidamente.

"Probablemente estábamos adecuadamente capitalizados, pero nos encontrábamos un poco débiles", admitió Hastings. "Y entonces, los proveedores se ponen nerviosos y quieren su dinero por adelantado, y entonces sí terminas con un problema de efectivo".

En medio de todos los problemas, las acciones de Netflix han caído 74% en los últimos seis meses.

Pero Hastings defendió el valor de las acciones, diciendo que la gente debe invertir "si crees que el video por Internet será dominante en los próximos 20 años".

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