Countrywide Financial, unidad de Bank of America (BofA), acordó el miércoles pagar 335 millones de dólares para resolver cargos civiles de discriminación contra una minoría de compradores de viviendas, un acuerdo histórico para el Gobierno de Barack Obama tras el caos de las hipotecas de alto riesgo. Cuando se estaba gestando la crisis financiera en 2008, Bank of America compró a Countrywide, que se especializaba en las denominadas hipotecas subprime y otorgaba préstamos a aquellos con bajas calificaciones crediticias, por los que cobraba mayores tasas de interés.
El acuerdo cubre el comportamiento entre el 2004 y el 2008 antes de la adquisición por parte de Bank of America, e incluye una serie de supuestos delitos como el cobrar tasas de interés y comisiones más altas a los afroamericanos e hispanos.