Pelea Tokio-Beijing pega a automotrices

Las firmas japonesas Nissan, Toyota y Honda prevén reducir sus producciones a la mitad en China; los conflictos entre China y Japón por unas islas han afectado la demanda de autos.

Toyota, Nissan y Honda, tres de los mayores fabricantes de autos de Japón, planean reducir su producción a la mitad en China ante la caída de la demanda por el conflicto territorial entre Tokio y Beijing.

El diario nipón Nikkei indicó este lunes que Nissan prevé suspender el turno de noche en dos fábricas, en Huadu y Zhengzhou.

Mientras que Toyota y Honda prevén reducir las horas laborales y el ritmo de producción en las líneas de montaje.

La semana pasada la prensa nipona indicó que las ventas de

tras desencadenarse el conflicto territorial entre el gigante asiático y Japón por unas islas en el Mar del Este de China.

Está previsto que Toyota anuncie este martes sus resultados oficiales en China, aunque la firma ya había dicho hace semanas que

a causa de las protestas populares en el gigante asiático.

Toyota informó que tenía previsto vender cerca de un millón de vehículos en China este año, mientras que las otras grandes firmas -Nissan, Honda y Mazda- también indicaron que hubo un impacto en sus ventas por las protestas populares masivas en más de 100 ciudades chinas.

Los competidores de las firmas niponas se han visto beneficiados. Las ventas del surcoreano Hyundai Motor subieron 15%, las alemanas Volkswagen y Audi registraron un crecimiento de 20%, y la también alemana BMW un 55%.

El ministerio de Comercio chino ya había advertido a Japón que

tendrá un impacto en las relaciones comerciales entre los dos países, al tiempo que miles de manifestantes chinos salieron a las calles y llamaron al boicot de los productos japoneses.

China suele utilizar las represalias comerciales en sus conflictos políticos, como cuando Noruega concedió en 2010 el Premio Nobel de la Paz al activista prodemocracia Liu Xiaobo, encarcelado 11 años.

Entonces, Beijing aumentó los controles fitosanitarios al salmón fresco noruego, provocando que los plazos para la entrada del producto en China se demoraran tanto que finalmente el pescado llegaba podrido, y los exportadores tuvieron que dejar de enviar salmón al gigante asiático.

Las empresas japonesas se podrían ver afectadas sobre todo por el lado de la demanda, ya que China es el primer socio comercial del país nipón, aunque los expertos señalan que es poco probable un conflicto a largo plazo en los lazos económicos.

En 2011 el comercio bilateral entre ambos países superó los 340,000 millones de dólares.