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JPMorgan lucha ante pérdida de 6,200 mdd

Alcanzó un acuerdo extrajudicial en su demanda contra Javier Martin-Artajo, ex jefe de Bruno Iksil; los riesgos que tomó Artajo costaron al banco un golpe histórico.
mié 16 enero 2013 03:13 PM
JPMorgan divulgó un informe detallado sobre las pérdidas a partir de posiciones en operaciones tomadas desde Londres para la oficina principal de inversiones. (Foto: AP)
JPMorgan Chase (Foto: AP)

JPMorgan Chase & Co ha alcanzado un acuerdo extrajudicial en su demanda contra el ex jefe de Bruno Iksil, el operador conocido como 'la ballena de Londres' por las enormes apuestas que tomó y que costaron al banco 6,200 millones de dólares, dijo una persona familiarizada con el asunto.

Javier Martin-Artajo, quien era el supervisor inmediato de Iksil, había sido nombrado como acusado en una demanda presentada ante la Corte Suprema de Londres el 22 de octubre.

JPMorgan dijo en julio pasado que buscaba recuperar los pagos que había hecho a personas a las que consideraba responsables por esas pérdidas. Los detalles de la acción en contra de Martin-Artajo no fueron divulgados.

Una fuente familiarizada con la demanda dijo este miércoles que el caso contra Martin-Artajo había sido resuelto.

No había más detalles disponibles y JPMorgan declinó hacer comentarios. El abogado de Martin-Artajo, Greg Campbell, también declinó a hacer comentarios.

Campbell dijo el año pasado que confiaba en que su cliente sería eximido de culpas, y resaltó que su defendido nunca intentó esconder las pérdidas ya sea directa o indirectamente.

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JPMorgan dijo en julio que todos los gerentes de la oficina principal de inversiones con responsabilidad por las pérdidas habían dejado el banco. Martin-Artajo y el ex jefe de la oficina principal de inversores en Europa, Achilles Macris, figuraban entre los ejecutivos que se fueron, junto al mismo Iksil.

El miércoles, JPMorgan divulgó un informe detallado sobre las pérdidas a partir de posiciones en operaciones tomadas desde Londres para la oficina principal de inversiones.

Las operaciones, realizadas con derivados de crédito, se volvieron demasiado grandes como para que la compañía saliera de ellas fácilmente.

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