El máximo ejecutivo de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, renunció a su cargo, y la matriz IAG nombró el miércoles como su reemplazo al actual consejero delegado de Iberia Express, Luis Gallego.
IAG no explicó los motivos de esta decisión y señaló que Sánchez-Lozano "ha liderado la aerolínea durante un periodo muy difícil en medio de una profunda recesión y ha puesto en marcha el primer paso importante hacia la recuperación de la rentabilidad de Iberia".
La sustitución se produce después de que Iberia (que creó IAG junto con British Airways) y los trabajadores de la aerolínea aceptaran una propuesta de un mediador que reducía el recorte de plantilla en el grupo español a 3,141 empleados en lugar de los 3,807 despidos inicialmente anunciados.
El acuerdo, que incluía indemnizaciones más generosas de hasta 35 días por año trabajado en vez de los 20 días que contemplaba el expediente de despido masivo de Iberia, llevó a los sindicatos a desconvocar una huelga cuyo costo Iberia estima en 30 millones de euros, según dijo este mes el propio Sánchez-Lozano.